Ciudad de Guatemala, 9 nov (AGN).- Los internos del Centro de Detención de Máxima Seguridad para Hombres Renovación 1 tendrán acceso a llamadas telefónicas. Sin embargo, este privilegio se otorgará bajo un estricto marco de seguridad para evitar abusos y prácticas ilegales, como las extorsiones que anteriormente eran comunes en el centro.
Cada privado de libertad recibirá un código personal que deberá ingresar antes de hacer cualquier llamada. Este código permitirá acceder al sistema que les brinda la opción de llamar a un máximo de cinco contactos previamente registrados. Estos contactos deben ser exclusivamente familiares, incluyendo la posibilidad de registrar a un cónyuge.
El director general del Sistema Penitenciario, Sergio Vela, compartió un ejemplo que ilustra la importancia de estos cambios. Narró la historia de un interno que había registrado a 17 mujeres como cónyuges y las turnaba para que lo visitaran del día 1 al 17 de cada mes. Después de estas visitas, informaba a las autoridades a quién de ellas planeaba llamar, evidenciando la falta de control en el sistema anterior.
@bernardoarevalogt Se acabó el infiernito. Comienza Renovación I. Hoy avanza la transformación total del sistema penitenciario del país. Las cárceles no serán más centros de crimen ni de extorsión. Lo prometimos y los estamos cumpliendo. #GuatemalaSaleAdelante #SonPrisionesNoVacaciones
Seguridad reforzada
Todas las llamadas que salgan desde Renovación 1 estarán grabadas, garantizando así un monitoreo constante. Además, los destinatarios de las llamadas recibirán una notificación en su teléfono indicando que la llamada proviene del Centro de Detención de Máxima Seguridad para Hombres. Esta medida busca reducir el riesgo de que personas externas sean víctimas de extorsión, una práctica que proliferaba cuando los internos tenían acceso no regulado a dispositivos móviles.
Renovación 1 es el resultado de una transformación significativa del antiguo Infiernito, un lugar que había ganado fama por estar bajo el control de pandilleros. En el pasado, los internos podían acceder a teléfonos móviles y cometer delitos, como la extorsión, desde las celdas. La implementación de estas nuevas medidas es parte de un esfuerzo más amplio de las autoridades para retomar el control y asegurar la legalidad dentro de las instalaciones penitenciarias.
Este cambio en el acceso a las comunicaciones y otras medidas similares buscan garantizar que el centro opere bajo normas que permitan la rehabilitación y el orden, al tiempo que se elimina la influencia y el poder que grupos delictivos habían logrado establecer en el pasado.
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