Ciudad de Guatemala, 15 jun (AGN).- La Procuraduría General de la Nación (PGN), a través de la Procuraduría de la Niñez y la Adolescencia (PNA), despliega un protocolo riguroso para intervenir en situaciones en las que menores enfrentan violencia o están en riesgo. Este proceso abarca desde la recepción de la denuncia hasta la reintegración familiar o el resguardo temporal del menor.
Cuando la PGN recibe una denuncia sobre un menor en peligro, un equipo multidisciplinario acude de inmediato al lugar. Su primera tarea es evaluar la situación para determinar si los derechos del niño, niña o adolescente (NNA) están siendo vulnerados y si existe riesgo inminente. Si se confirma la gravedad, se procede con el rescate.
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— PGN Guatemala (@PGNguatemala) June 13, 2024
Evaluación y atención posrescate
Durante el rescate, se verifica si el NNA necesita atención médica o emocional urgente. Posteriormente, el menor es trasladado a instalaciones de la PGN o al juzgado competente. Simultáneamente, se realizan evaluaciones psicosociales para diseñar estrategias que restituyan sus derechos y se busca un recurso familiar idóneo.
La PGN evalúa la gravedad de cada caso mediante entrevistas psicológicas y, cuando hay evidencia física como golpes o moretones, se actúa sin demora. La prioridad es separar al NNA del entorno violento y asegurar su protección.
Coordinación interinstitucional durante el rescate
Durante el rescate, la PGN coordina estrechamente con la Policía Nacional Civil y líderes comunitarios para asegurar la seguridad del equipo y del menor. En casos en los que los progenitores se oponen al rescate, la PGN solicita órdenes judiciales y apoyo policial para ejecutar la intervención.
Cuando no se encuentra un recurso familiar adecuado durante la investigación psicosocial, el juez ordena el ingreso temporal del NNA a hogares de abrigo y protección. En casos de recién nacidos, se busca acogimiento temporal con familias sustitutas a través de programas sociales de la Secretaría de Bienestar Social.
La PGN realiza investigaciones exhaustivas para identificar familiares idóneos. Esto incluye entrevistas con fuentes colaterales y publicaciones en medios sociales para encontrar interesados en ser recursos familiares. Los criterios de evaluación abarcan aspectos psicológicos, sociales e investigativos para asegurar el entorno más adecuado al NNA.
Seguimiento y apoyo a los familiares adoptivos
Una vez que un familiar asume la custodia, la PGN efectúa visitas periódicas para verificar que el NNA reciba cuidados adecuados. También ofrece apoyo económico y social cuando es necesario para garantizar las condiciones óptimas de crianza.
En situaciones donde no se encuentra un recurso familiar apropiado, el juez ordena el ingreso temporal del menor a hogares de protección y abrigo. Esto asegura su seguridad y bienestar mientras se busca una solución permanente.
Denuncias y anonimato
Para denunciar situaciones de violencia infantil, la PGN ofrece múltiples vías, incluyendo llamadas telefónicas, formulario en línea y atención en delegaciones regionales. Las denuncias pueden ser anónimas para proteger a los denunciantes.
La PGN no solo rescata y protege a los menores en situación de riesgo, sino que también busca restablecer sus derechos fundamentales y asegurar un entorno seguro y afectuoso para su desarrollo integral.
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