Ciudad de Huehuetenango, 3 may (AGN).- El presidente Bernardo Arévalo recalcó este vierne que en los programas de inversiones de obra pública se dará prioridad a las regiones con mayores índices de pobreza, a fin de beneficiar a las comunidades más vulnerables y abandonadas del país.
El mandatario, a la cabeza de una delegación de ministros y funcionarios, se reunió con los alcaldes del departamento, con quienes evaluó la situación de los proyectos de infraestructura y programas sociales que se impulsan en los municipios de Huehuetenango.
En el diálogo con las autoridades locales coincidió en que Huehuetenango, pese a su extensión territorial y condición de departamento fronterizo (con México), es uno de los más abandonados, históricamente, por los distintos gobiernos.
En Huehuetenango, como sus alcaldes lo han manifestado, tenemos problemas sin fin y recursos limitados para atenderlos. Esa es la misma sensación con la que llegamos nosotros al Gobierno de la República, confesó.
Y recalcó:
Estamos enfrentándonos a un abandono, no únicamente de los últimos gobiernos y motivado por el asalto al poder público para el enriquecimiento ilícito, sino a un abandono de 500 años, en el que poco le importó al gobierno central el desarrollo de la población en general.
Objetivo es cerrar brechas de abandono
Ante los alcaldes dijo que su gobierno trabaja en la tarea del desarrollo, desde la perspectiva de cómo podemos hacer para que los recursos que tenemos rindan lo máximo posible y empezar a atender -cerrar- esas brechas de abandono histórico que ustedes (autoridades locales) han manifestado.
Ratificó que el Gobierno concederá prioridad a las inversiones en obra pública destinada a los departamentos más olvidados, es decir, las regiones como el altiplano occidental, las Verapaces y el corredor seco, donde existen los mayores índices de pobreza y pobreza extrema y de malnutrición, y también donde hay más población que migra al norte en busca de oportunidades.
Vamos a tratar de generar una diferencia concreta en los niveles de inversión -en obras públicas y programas sociales- en estos departamentos y regiones, concentrando el esfuerzo inicialmente en los municipios con la población más vulnerable, indicó.
Sin embargo, aclaró:
Esto no quiere decir que vamos a abandonar al resto del país, pero sí que tenemos que hacer un esfuerzo especial para que haya más inversión en los departamentos que han sido abandonados históricamente para lograr que las brechas -de pobreza extrema- se vayan cerrando.
Por el desarrollo en los municipios, sin distinción política
En el encuentro con los alcaldes del departamento aseveró que los programas sociales y de infraestructura que implementará el Gobierno no tienen nada que ver con las banderas políticas -de partidos opositores o afines-.
Tenemos un compromiso de trabajar en beneficio del conjunto de la población. Como gobierno electo, como representantes de la unidad nacional, vamos a trabajar con todos los alcaldes, simplemente a partir de un compromiso de trabajar con honestidad, con transparencia y en interés de la población.
El presidente Arévalo expuso que la inversión pública buscará beneficiar a los más pobres, y anunció la preparación de la iniciativa denominada Avenidas, que implica generar amplias estrategias de inversión en servicios y productividad.
La iniciativa que se pondrá en marcha en breve, identifica a toda esa región donde vamos a poner un esfuerzo especial en la construcción y remozamiento de carreteras, secundarias y de caminos rurales, que van a conectar a microrregiones productivas, además de llevar inversiones en salud, en educación, en riego, extensión agrícola.
El objetivo es que esa enorme población, gente trabajadora pero que no tiene ningún tipo de apoyo, pasen de ser agricultores de subsistencia” a “pequeños productores agrícolas” y que cuenten con más respaldo del gobierno para que “vayan saliendo de la pobreza.
En rueda de prensa, en la que informó de los temas tratados en la reunión con los alcaldes, ante inquietudes de periodistas locales refrendó la política de puertas abiertas del Gobierno y de respeto irrestricto a la libertad de expresión y libertad de prensa.
Por Pablo Palomo Reyna
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