Por Isaac Ramírez
Ciudad de Guatemala, 19 (AGN).- Aunque la celebración de la Navidad ya figuraba en la sociedad colonial desde el siglo XVI, es al Santo Hermano Pedro de Betancur a quien se le debe la devoción y popularidad de los nacimientos y las posadas.
Al respecto, la influencia de dicho personaje, nacido en España, se afianzó en los hogares guatemaltecos, dando paso a la extensión de estas dos manifestaciones tradicionales en toda América Latina.
Según el historiador etnobotánico Miguel Torres, los nacimientos surgieron en el país con el uso de la imaginería doméstica, es decir, figuras pequeñas pero muy bien logradas.
Los nacimientos fueron popularizados por el Hermano Pedro, quien trasladó las tradiciones navideñas de las iglesias a los hogares, constituyéndose así en un evangelizador por medio de las tradiciones.
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— AGN (@AGN_noticias) December 18, 2022
Al ambiente hogareño
El cronista Antonio de Remesal relata que durante el siglo XVI la costumbre de los nacimientos no estaba aún arraigada en el ámbito familiar. Eran los encargados de templos y los dominicos y franciscanos quienes se encargaban de esta decoración.
Por esta razón, los primeros nacimientos en Guatemala se hicieron dentro de las iglesias, como una forma de catequesis popular, tomando en cuenta que eran los edificios públicos más importantes de cada localidad.
En tal sentido, la costumbre del nacimiento estaba muy enraizada en una sociedad de raíces religiosas como la española del siglo XVI, refiere el historiador Celso Lara, quien indica: Al celo del Hermano Pedro se debe que la tradición del nacimiento se haya arraigado tanto en Guatemala.
Se calcula que fue hacia 1658 que el Hermano Pedro empezó a construir su belén en el hogar para convalecientes. Para entonces, dicho personaje tenía aproximadamente 32 años.
Tampoco hay que olvidar que fue él quien prácticamente abrió la historia de la vida hospitalaria en el país. Su mayor empeño fue rescatar a pacientes que necesitaban un período de convalecencia luego de salir de las casas de salud.
Este empeño fue aprovechado para fundar centros de ayuda y cuidado, sobre todo para los más necesitados. En este ir y venir, el Hermano Pedro aprovechaba para pedir limosnas y comida para sus enfermos.
Acostumbró entonces, como franciscano, para impulsar la instalación de nacimientos, una tradición de la Edad Media heredada por San Francisco de Asís.
Detalles y curiosidades
Los siguientes datos curiosos refuerzan el aporte del Hermano Pedro a la tradición navideña guatemalteca:
- Siempre llevaba con él una imagen del Niño Dios, en su sombrero.
- Su amor por la Sagrada Familia lo impulsó a fundar la Orden de los Hermanos de Belén, para el cuidado y auxilio de los pobres y necesitados.
- En el escudo de la orden aparecen tres estrellas, que simbolizan a Jesús, María y José.
- Al Hermano Pedro se debe el afianzamiento de la tradición hogareña de los nacimientos.
- En Adviento, acostumbraba organizar en Santiago de los Caballeros las tradicionales posadas.
- En el frontispicio del templo del convento de Belén, en Antigua Guatemala, hay un altorrelieve en el cual aparece el Hermano Pedro contemplando el nacimiento de Cristo.
¿Cómo olvidar estos aportes, curiosidades y detalles, si forman parte de la Navidad chapina?
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