Ciudad de Guatemala, 2 dic (AGN).- Proteger los recursos hídricos del país ha sido una prioridad para la actual administración, la cual ha promovido la conservación del lago de Atitlán, en Sololá.
Como parte de las acciones que se han ejecutado están la implementación y funcionamiento de plantas de tratamiento de aguas residuales.
En ese sentido, Panajachel es uno de los municipios que poseen este tipo de instrumento, el cual se utiliza para sanear el agua que utiliza la población y que posteriormente desemboca en el lago de Atitlán.
Servicio a la población
La planta de dicho municipio recibe las aguas residuales de 14 mil personas que habitan en el casco urbano de Panajachel.
Las instalaciones se construyeron desde 2013, pero carecían de ciertas fases para darles el tratamiento adecuado a las aguas residuales.
Fue hasta este año que la Municipalidad de Panajachel y la Autoridad para el Manejo Sustentable del Lago de Atitlán y su Entorno (Amsclae) fortalecieron la planta de tratamiento, lo cual garantiza una menor contaminación para el lago.
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Proceso de tratamiento
De acuerdo con Julio de León, coordinador de operaciones en la planta de tratamiento, el proceso dura 18 horas.
El tiempo de retención de la planta es de 18 horas y todas las aguas residuales pasan por un desarenador, trampa de grasas, cimentadores, tanques de fangos activados y un floculador, detalló.
En ese sentido, el encargado explicó que la primera fase consiste en remover la arena, sólidos gruesos y grasas. En esta fase, se separan las partículas de tres milímetros o más, puesto que las más pequeñas no pueden removerse por la presión hidráulica existente y la distancia del desarenador.
Luego, el líquido ingresa a la segunda fase: el tratamiento primario, que consiste en la remoción de los sedimentos finos acumulados.
Como parte del tratamiento primario, las sustancias ingresan a un tanque que tiene capacidad de 3 mil metros cúbicos y dicho proceso dura alrededor de 4 horas.
Posteriormente, se inicia el tratamiento secundario, el cual incluye un sistema de fangos activados. En esta fase se utilizan microorganismos que convierten la materia orgánica disuelta en productos más simples. Además, se inyectan entre 1.5 y 2.5 miligramos por litro.
Separación de sedimentos
En consecuencia, en esta parte del proceso se realiza la separación de los líquidos y de los desechos sólidos orgánicos. En el caso de los desechos sólidos, se trasladan a un biodigestor.
Se remueven todos los sedimentos que existen y se realiza algo llamado tratamiento de lodos, detalló el encargado.
Asimismo, indicó que los lodos permanecen en el biodigestor por un mes, luego se trasladan a los patios de secado.
El proceso de secado dura aproximadamente tres meses, dependiendo de la época del año: seca o lluviosa. El producto final es abono orgánico, que es utilizado por personas de la comunidad para aplicarlo a sus siembras o por la Municipalidad de Panajachel.
En cuanto al agua, está pasa por un proceso de cloración con el objetivo de evitar la contaminación. El paso final es verter el agua tratada hacia un afluente que se dirige al lago de Atitlán.
La planta nos ha beneficiado en gran manera porque el lago de Atitlán ya no se está contaminando con las descargas crudas. Lo que hacemos es minimizar la contaminación con la planta de tratamiento, indicó De León.
Como resultado, a las instalaciones ingresa un promedio de 35 litros por segundo, cifra que alcanza los 57 litros por segundo durante algunas temporadas del año.
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