Ciudad de Guatemala, 15 sep. (AGN).- La Procuraduría General de la Nación (PGN), a través de la Procuraduría de la Niñez y Adolescencia (PNA), ha hecho un llamado a los padres de familia para que reconsideren sus métodos de crianza. La institución exhorta a las familias a no repetir los patrones negativos que podrían haber experimentado en su propia infancia y a criar a sus hijos con amor y respeto, promoviendo un entorno seguro y saludable.
El mensaje de la PGN se centra en la importancia de romper los ciclos de malos tratos que, en muchos casos, se han perpetuado de generación en generación. La violencia física, psicológica y emocional hacia los niños no solo les deja profundas cicatrices, sino que también crea un círculo vicioso que es difícil de romper si no se interviene a tiempo.
La PNA resalta que muchos adultos tienden a replicar los métodos de disciplina que recibieron en su niñez, sin ser conscientes del daño que ello puede ocasionar a sus hijos. Es fundamental que los padres entiendan que el castigo físico o los gritos no son formas efectivas ni saludables de educar, ya que fomentan el miedo y la desconfianza en lugar del respeto y el amor.
El amor y el respeto son la base de una infancia sana y feliz. ¡No actúes con violencia! #InfanciaSinViolencia #AmorYRespeto #CorrecciónAsertiva pic.twitter.com/uRq8gVmihn
— PGN Guatemala (@PGNguatemala) September 9, 2024
La base de una infancia sana
La PNA subraya que el amor y el respeto son los pilares sobre los cuales se construye una infancia sana y feliz. En este sentido, insta a los padres a crear un entorno en el que los niños puedan desarrollarse de manera plena, sintiéndose valorados y escuchados. La disciplina no debe basarse en el miedo o la intimidación, sino en el establecimiento de límites claros y consistentes, siempre desde el respeto.
El comunicado también recuerda a los padres que tienen la responsabilidad de proteger el bienestar emocional de sus hijos, lo cual no solo incluye evitar la violencia, sino también fomentar una comunicación abierta y honesta.
El bienestar emocional de los niños es tan importante como el físico, resalta la PGN.
Necesitan sentir que son amados, respetados y valorados por quienes más significan en su vida: sus padres.
Un llamado a la reflexión
La PGN insta a los padres a reflexionar sobre los métodos de crianza que emplean y les recuerda que siempre existe la posibilidad de mejorar y aprender nuevas formas de guiar a sus hijos. La institución ofrece recursos y programas de orientación para familias, en los que se enseñan técnicas de disciplina positiva que son eficaces sin recurrir a la violencia.
Uno de los mayores desafíos, según la PGN, es lograr que los padres reconozcan que sus propias experiencias pasadas pueden influir en la manera en que educan a sus hijos, y que es posible cambiar esas actitudes.
La PGN también hace un llamado a la sociedad en general para que se una a este esfuerzo. La erradicación de la violencia infantil no es solo responsabilidad de los padres, sino de toda la comunidad. Instituciones educativas, organismos de salud y entidades gubernamentales deben trabajar en conjunto para brindar apoyo a las familias y asegurar que los niños crezcan en entornos seguros y amorosos.
La violencia hacia los niños no es solo un problema familiar; es un tema social que debe ser abordado desde múltiples frentes. Por ello, la PGN ha reafirmado su compromiso de continuar trabajando en políticas públicas que protejan a la niñez y promuevan una crianza basada en el respeto y el amor.
En este sentido, tanto la PGN como la PNA llaman a romper los ciclos de violencia que han afectado a tantas generaciones. La crianza debe ser un acto de amor, respeto y protección, en la que los niños puedan crecer y desarrollarse en un ambiente seguro y feliz.
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