Ciudad de Guatemala, 17 jul (AGN).- A menos de 100 días de encender la ilusión del deporte en Guatemala, el Palacio de los Deportes ha despertado con un nuevo rostro y un viejo corazón. Ese que ha sido testigo de lágrimas, gloria, esfuerzo y sueños cumplidos, hoy se viste con los colores de la esperanza, la unidad y la pasión.
No hay rincón del Palacio que no hable de los Juegos. Las banderas ondean como si ya escucharan los himnos por venir, como si presintieran las medallas que están por colgarse en los cuellos de toda una región. Cada tela, cada color, cada símbolo, honra el espíritu de una Centroamérica que se prepara para vibrar al unísono.
La Ciudad Olímpica comienza a latir más fuerte. En sus pasillos se respira ilusión, en sus muros resuena el eco de lo que será historia, y en su alma vive el orgullo de ser el escenario donde Guatemala volverá a abrirle los brazos al deporte centroamericano. El 18 de octubre marcará el inicio oficial, pero el rugido ya comenzó. El Palacio está listo, el país también. Que se dejen venir los Juegos, porque Centroamérica está en casa.
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