Ginebra, 26 jun (EFE).- La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que de momento el brote de viruela del mono en Europa y países de otras regiones no se debe considerar una emergencia sanitaria internacional, como ocurre con el COVID-19.
Esta decisión ha sido tomada por el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, siguiendo la recomendación de un grupo de expertos convocados para deliberar sobre la gravedad de este brote. Esta se ha considerado una señal de la preocupación que está causando el aumento de personas infectadas.
Lo que hace especialmente preocupante este brote es su propagación rápida y continua a nuevos países y regiones; asimismo, el riesgo de una mayor transmisión a grupos vulnerables, como personas inmunodeprimidas, mujeres embarazadas y niños, explicó Tedros, al comentar las conclusiones de los expertos.
Desde inicios de mayo se han notificado 3 mil 40 casos confirmados de viruela del mono en medio centenar de países. Muchos de estos nunca habían registrado casos de esta enfermedad, la cual se ha observado, en particular, entre hombres que tienen sexo con otros hombres.
Hasta el momento se han registrado pocas hospitalizaciones por esta enfermedad y una única muerte. Se trató de una persona con inmunodepresión.
Mantendrán vigilancia
Los expertos de la OMS, que integran su Comité de Emergencia para analizar brotes infecciosos de este tipo, se reunieron el jueves y el sábado emitieron su informe. En él señalan que la gran mayoría de enfermos no se han vacunado contra la viruela común.
Algunos miembros indicaron que, dado el bajo nivel de inmunidad entre la población, existe el riesgo de una mayor transmisión, advirtió la OMS.
Asimismo, los expertos recordaron que la circulación de la viruela del mono en África se ha desatendido durante muchos años. Agregaron que es tiempo de volcarse para atender también esta situación.
Los científicos indicaron que la progresión de la enfermedad se debe vigilar. En ese marco, resaltaron que será necesario hacer un nuevo análisis de la situación en las próximas semanas. La idea es esperar a que haya más información sobre los brotes.
Para ello se seguirá con atención el ritmo de aumento de casos en los próximos 21 días dentro de la población actualmente afectada y fuera de ella. Además, se monitoreará el número de casos entre los trabajadores del sexo y una potencial propagación dentro de los países con casos y en otros donde por ahora no han sido detectados.
Lea también:
La bacteria más grande del mundo desafía principios de la biología
kg/dm