Lisboa, 10 ene (EFE).- Más de un millón de estudiantes portugueses volvieron este lunes a las clases tras el período de contención impuesto por el Gobierno para frenar el aumento de contagios de covid, un regreso luego de días intensos de vacunación tanto para los niños como para los docentes.
Las escuelas abren una semana después de lo previsto con nuevas normas de confinamiento y una apuesta decidida por la vacunación.
Desde hoy, un caso positivo en un aula no obliga a confinar a todos los alumnos sino solo a los positivos y sus convivientes (padres y hermanos, por ejemplo).
El ministro luso de Educación, Tiago Brandão, insistió hoy en que la escuela presencial es la que cuenta para zanjar la última polémica sobre la vuelta al colegio en mitad de la mayor ola de contagios que ha registrado el país.
Brandão recordó que en los próximos días se realizarán pruebas de covid a cerca de 220 mil personas del sector educativo, entre profesores y trabajadores de centros, un barrido a toda la comunidad, que en su mayoría cuenta ya con la dosis de refuerzo.
Además, cerca de 300 mil niños de entre 5 y 11 años han recibido al menos una dosis, un proceso que continuará en las próximas semanas, sumado a los ya vacunados entre 12 y 17 años.
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— AGN (@AGN_noticias) January 10, 2022
Postura de Salud
A criterio del ministro, la vacunación ha sido absolutamente fundamental para facilitar esta vuelta a las clases, que ha permitido un “panorama diferente” al registrado el año pasado en las mismas fechas.
Ahora estamos reforzados, con dosis de refuerzo, y los niños, con dosis de vacunación, afirmó.
En la puerta de una escuela de Lisboa Sergio Silva se mostraba agradecido por el inicio de las clases por la dificultad que ha supuesto para él compaginar el cuidado de su hija de cinco años desde casa con su trabajo.
Yo no tuve esa opción. Tuve que trabajar en mi lugar de trabajo. Tengo una hija que se quedó en casa. Mi mujer trabaja en casa y fue extremadamente complicado trabajar en casa y cuidar de una niña, aseguró en declaraciones a Efe.
Para Liliana Frisio también fue extremadamente difícil trabajar en casa pero su oficina le dio facilidades.
Aún así, considera que el Gobierno tomó una buena decisión al retrasar una semana el inicio de las clases “para evitar situaciones más dramáticas” de contagios tras las fiestas navideñas.
Joao Batista considera que ya era hora de volver a clases, y su hijo ha regresado contento, aunque durante estos días han tenido que contar con los abuelos para poder gestionar el teletrabajo y la convivencia con los más pequeños.
Portugal, que afronta su quinta ola de contagios y donde la variante ómicron domina en más del 92 % de los casos detectados, impondrá hasta el próximo viernes, 14 de enero, el teletrabajo.
Además, desde este lunes, el período de aislamiento para las personas que se infecten de covid pasará de diez a siete días.
El país, con 10.3 millones de habitantes, ha contabilizado desde que estalló la pandemia más de 1.6 millones de contagios y 19 mil 113 fallecimientos por coronavirus.
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fm/ir