Ciudad de Guatemala, 30 ene (AGN).- Hoy marcó el inicio de una nueva etapa para 3 mil 500 jóvenes que, con determinación y entusiasmo, se sumaron al Curso Básico de Agente de la Policía Nacional Civil (PNC). Estos aspirantes, quienes dentro de aproximadamente siete meses se graduarán como la LVII promoción, demostraron su compromiso con el servicio a la patria y su deseo de contribuir al bienestar del país.
La promoción está conformada por 700 mujeres y 2 mil 800 hombres, quienes, pese a sus diferencias, comparten un mismo objetivo: superarse y aportar su granito de arena para construir un futuro mejor. Para muchos, este camino no ha sido fácil, ya que implica sacrificios como alejarse de sus familias y enfrentar desafíos físicos y emocionales. Sin embargo, su visión clara y su determinación los impulsan a seguir adelante.
El Presidente @BArevalodeLeon brinda un mensaje a los más de 3 mil policías alumnos que inician este día su proceso de formación. “No hay orgullo más grande que ver a una generación que responde a un llamado de servicio y vocación por su comunidad”, indica. pic.twitter.com/PdwvGvX3P8
— MinGob (@mingobguate) January 30, 2025
Historias que inspiran
Detrás de cada uniforme hay una historia de esfuerzo y motivación. William Amílcar, uno de los aspirantes, compartió que su mayor inspiración es su familia.
Estoy agradecido por el apoyo que me han brindado. Quiero formarme como agente para devolverles todo lo que han hecho por mí y hacerlos sentir orgullosos.
Por su parte, Luz María, otra de las jóvenes aspirantes, dejó atrás a su hijo para perseguir su sueño de superación.
Mi mayor motivación es mi hijo. Quiero luchar por darle un futuro mejor y demostrarle que con esfuerzo y dedicación se pueden alcanzar las metas.
La participante Karen Muñoz encontró su inspiración en su tío, quien fue agente de la PNC y falleció en cumplimiento de su deber.
El apoyo de las familias
El inicio de este curso no solo es un momento significativo para los aspirantes, sino también para sus familias. don Alfredo Sequiq, padre de uno de los jóvenes, expresó su orgullo y emoción:
Me siento contento por mi hijo, quien va a servir a nuestro país.
Muchos de los aspirantes, conscientes de que este camino no será fácil, pero será un paso para salir adelante y hacer algo grande por la patria, se despidieron con lágrimas; mientras sus padres, orgullosos, entregaron a sus hijos para que sirvan al país.
Estos 3 mil 500 jóvenes representan la esperanza y el compromiso de una nueva generación dispuesta a trabajar por la seguridad y el bienestar de todos. Su dedicación es un ejemplo de que, con esfuerzo y determinación, es posible alcanzar los sueños y contribuir al desarrollo del país.
En siete meses, estos aspirantes se graduarán como agentes de la PNC, listos para enfrentar los desafíos que implica servir a la patria. Hoy, dan el primer paso hacia un futuro lleno de oportunidades y responsabilidades, con la firme convicción de que su trabajo marcará la diferencia en la vida de muchos.
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