Ciudad de México, 23 sep (EFE).- La migraña, un trastorno neurológico crónico e incapacitante que impacta a más de mil millones de personas en el mundo, continúa siendo poco reconocida y tratada, a pesar de figurar entre las principales causas de discapacidad, reveló una encuesta realizada por la American Health Foundation (AHF).
En América Latina, y particularmente en México, la enfermedad representa una carga significativa al interrumpir el trabajo, la educación y el bienestar general de los pacientes, sobre todo durante los años más productivos de su vida.
A pesar de su alta prevalencia, especialmente en mujeres, muchas personas siguen sin diagnóstico o reciben atención fragmentada. Enfrentan altos costos personales, cobertura de seguro limitada y difícil acceso a servicios especializados, lo que muestra la urgencia de mayor reconocimiento, diagnóstico oportuno y acceso equitativo al tratamiento, explicó en conferencia de prensa la doctora Martha García, líder médica de Migraña en Pfizer México.
#Salud | En el Día Internacional de acción contra la #migraña te contamos que se trata de una de las #cefaleas más comunes, se caracteriza por un dolor pulsátil en un lado de la #cabeza y suele ser de larga duración.
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Prevalencia de la migraña
La encuesta, aplicada entre febrero y agosto de 2025 en siete países de la región (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México y Perú), documentó experiencias de pacientes con migraña moderada a severa. En México, los resultados muestran el fuerte impacto de este padecimiento en la vida diaria.
De los participantes mexicanos, 76 % fueron mujeres y 41.2 % tenían entre 25 y 44 años, etapa laboralmente activa. Los episodios de migraña varían en duración: 44 % reportó crisis superiores a nueve horas y 8.4 % más de 72 horas. Además, 25 % esperó más de cinco años para obtener un diagnóstico y 28 % aún no lo recibe.
El impacto en la productividad es notable: aunque 52.9 % de los pacientes continuaron trabajando durante los ataques (un fenómeno conocido como presentismo), 37 % reportó reducción en su rendimiento y 9 % ausencias frecuentes.
Impacto en las actividades cotidianas y salud mental
La migraña también afecta la vida cotidiana: 57.9 % de los encuestados señaló alteraciones en sus actividades de ocio, 53.8 % en sus tareas diarias y siete de cada diez experimentan síntomas posteriores como fatiga o falta de concentración. El impacto emocional es igualmente alto: 58 % refirió frustración o ira, mientras que 39.5 % mencionó depresión o tristeza.
En cuanto al tratamiento, 52.1 % se sintió poco o nada informado sobre sus opciones terapéuticas y uno de cada tres expresó insatisfacción con la atención recibida. Un 43.7 % afirmó que sus síntomas fueron minimizados o ignorados antes de obtener un diagnóstico.
El estudio subraya la necesidad de capacitar a profesionales para un diagnóstico temprano, ampliar el acceso a terapias basadas en evidencia, incluir apoyo psicológico y crear redes de acompañamiento.
La migraña no es invisible para quien la vive, pero la travesía del paciente es larga y llena de estereotipos. Necesitamos transformar este conocimiento en acciones que reconozcan la condición como una enfermedad incapacitante, con impactos reales en la vida de las personas, concluyó García. EFE
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