Ciudad de Guatemala, 29 ene (AGN).- La Policía española desarticuló un entramado criminal acusado de falsificar documentación para retirar cadáveres de hospitales y residencias de ancianos para venderlos ilegalmente a universidades, con la detención de cuatro personas, responsables y empleados de una funeraria.
Según informó este lunes la Policía, los detenidos son cuatro varones de entre 41 y 74 años acusados de delitos de estafa y falsedad documental. Estos quedaron en libertad provisional luego de haber prestado declaración, en espera de lo que decida un juez de la ciudad española de Valencia (este).
Ganancias
La banda vendía los cuerpos a unos 1 mil 200 euros. Además, buscaba fallecidos sin familiares, preferiblemente extranjeros o que hubieran tenido condiciones de vida precarias. De esta manera, había menos posibilidades de que reclamaran los restos mortales, se indicó en un comunicado.
La investigación comenzó a principios de 2023, luego de que se tuvo conocimiento de que la funeraria habría retirado el cadáver de un fallecido de la morgue de un hospital de manera irregular. El retiro se habría hecho mediante falsificaciones en el registro del centro sanitario y en la documentación facilitada al Registro Civil.
Los investigadores comprobaron que dos trabajadores de una funeraria, tras falsificar documentos, habrían trasladado el cuerpo a una universidad para su estudio, en vez de haberle dado sepultura.
El fallecido debería de haber sido enterrado en un sepelio de beneficencia del ayuntamiento de una localidad en la que residía en la provincia de Valencia. Sin embargo, lo vendieron sin que ningún familiar o amigo hubiera dado consentimiento, según la Policía.
Irregularidades
Los policías localizaron otro caso con el mismo procedimiento, esta vez con el cuerpo de un fallecido en una residencia de ancianos. Posteriormente, detectaron también irregularidades en incineraciones de cuerpos supuestamente donados a la ciencia.
Los agentes averiguaron que la funeraria habría facturado a una universidad 5 mil 40 euros por once incineraciones que no aparecían reflejadas en las facturas emitidas por ninguna incineradora de Valencia.
Al parecer, los investigados aprovechaban la disección de los cuerpos para introducirlos en féretros de otros difuntos. Así, efectuaban una sola la cremación de varios cadáveres, con lo que se ahorraban el pago por varias. A la vez, facturaban la cremación a la universidad, con lo que obtenían notables beneficios, de acuerdo con las fuentes. EFE
Lea también:
Turismo religioso, nueva oportunidad para mostrar las maravillas de Guatemala
rm