Redacción Ciencia, 10 ago (EFE).- Takakia es un tipo de musgo que habita desde hace 390 millones de años algunos de los lugares más remotos de la Tierra, incluidos los acantilados helados de la meseta tibetana. Un proyecto de diez años concluye que probablemente no evolucione lo suficiente como para sobrevivir al cambio climático.
Para llegar a estas conclusiones los científicos hicieron 18 expediciones al hogar del musgo, a 4 mil metros de altura en el Himalaya. Luego secuenciaron su ADN y estudiaron cómo le afecta la crisis climática. Los resultados se describen en la revista Cell.
El estudio estuvo a cargo de la Universidad de Friburgo (Alemania) y de la Universidad Capital Normal en China.
Los autores coincidieron en esto:
Takakia es una de las especies de evolución más rápida jamás estudiadas, pero probablemente no lo suficiente como para sobrevivir al cambio climático.
Destacaron que es probable que el musgo no sobreviva otros 100 años.
El género Takakia comprende solo dos especies; juntas, se encuentran únicamente en la meseta tibetana. Es un musgo diminuto y de crecimiento lento, explican sendos comunicados de la revista y la universidad alemana.
Ralf Reski, de la Universidad de Friburgo, detalla:
Nos propusimos describir y analizar un fósil viviente.
El musgo más antiguo y de evolución más rápida podría no sobrevivir al cambio climático
➡️El género Takakia comprende solo 2 especies; juntas están únicamente en la meseta tibetana
➡️Científicos analizaron el musgo durante 10 añoshttps://t.co/Kg1nn5KeyU @ReskiLab @UniFreiburg— EFEciencia (@EFEciencia) August 9, 2023
Evolución del Takakia
Cuando el Himalaya se elevó bajo él, alteró drásticamente su hábitat, obligándole a adaptarse rápidamente, cosa que hizo.
El investigador Reski añadió:
Descubrimos que Takakia es actualmente el genoma con el mayor número de genes de evolución rápida, es muy activo a nivel genético.
Estas plantas, que también se pueden ver en Japón y Estados Unidos, se cubren de nieve copiosa durante ocho meses al año, y luego se someten a radiación ultravioleta de alta intensidad durante un período de luz de cuatro meses, relata Yikun He, de la universidad china.
En respuesta, adaptaron la capacidad de crecer en distintos lugares mediante un sistema de ramificación flexible.
Sobre esto, añadió He:
Esta ramificación continua forma una estructura de red y de población muy robusta, que puede resistir eficazmente la invasión de fuertes tormentas de nieve.
La secuenciación de su genoma también ayuda a poner fin a un antiguo debate sobre su clasificación, sobre si era realmente un musgo o algo más parecido a un alga o una hepática.
Reski, afirmó:
Nuestro trabajo demuestra que es un musgo.
Seguidamente, dijo He:
Ahora hemos podido demostrar que Takakia es un musgo que se separó de los demás musgos hace 390 millones de años, poco después de la aparición de las primeras plantas terrestres. Nos sorprendió descubrir que este tiene el mayor número conocido de genes de evolución rápida.
Conoce al gato de Pallas o Manul, una pequeña y amenazada especie de felino salvaje originario de Asia Central, que sabe cómo mantenerse calentito en las alturas de hasta 5 mil metros de Mongolia, Siberia y el Tíbet. pic.twitter.com/edpVGtG89v
— UHN Plus (@UHN_Plus) July 31, 2023
Adaptación genética con forma estable
Mientras que el genoma de Takakia ha cambiado drásticamente con el tiempo, su morfología apenas ha variado.
El equipo también escudriñó el entorno de Takakia utilizando datos meteorológicos por satélite, equipos que estudiaban el microclima de la planta y cámaras de lapso de tiempo que observaban los grandes cambios medioambientales que se producían en el ecosistema en general.
Comprobaron que el clima se calentaba constantemente y que los glaciares de la meseta se derretían con rapidez. También que el musgo está experimentando una radiación ultravioleta más alta que nunca.
Además, los investigadores observaron que, a pesar de su rápida adaptación, cada vez es más difícil encontrarlo; descubrieron que las poblaciones en el Tíbet disminuyeron alrededor de un 1.6 % cada año a lo largo de su estudio.
Ruoyang Hu, otro de los autores, mencionó:
Nuestra predicción muestra que las regiones con condiciones adecuadas para la Takakia se reducirán a solo unos mil o mil 500 kilómetros cuadrados en todo el mundo a finales del siglo XXI.
El equipo está intentando multiplicar algunas plantas en el laboratorio y luego trasplantarlas en el Tíbet.
Para finalizar, He dijo:
Tras cinco años de observación continua, se ha descubierto que algunas plantas trasplantadas pueden sobrevivir y prosperar, lo que puede ser el amanecer de la recuperación (o al menos del aplazamiento de la extinción) de las poblaciones de Takakia.
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dc/ir