Ciudad de Guatemala, 17 oct. (AGN).– El Centro de Alta Seguridad Canadá, ubicado en Escuintla, mejor conocido como El Infiernito, ha sido objeto de una remodelación profunda con el objetivo de recuperar el control de esta prisión y eliminar privilegios de reclusos.
Se busca eliminar los privilegios a los que los reclusos estaban acostumbrados, fortaleciendo la seguridad para reducir la influencia de los líderes criminales dentro y fuera del penal.
Tecnología de punta y vigilancia estricta
El ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, informó sobre las nuevas medidas de seguridad que se implementarán tras la remodelación. Durante una entrevista en el programa radial Con Criterio, detalló que uno de los principales cambios es la instalación de escáneres corporales y de objetos para los visitantes.
Además, los controles se reforzarán con la participación del equipo canino K-9, especializado en la detección de productos ilícitos.
Dentro del penal, se instalarán cámaras de vigilancia para monitorear continuamente las actividades de los reclusos. Otro cambio es la eliminación de tomacorrientes en las celdas, una medida destinada a evitar que los presos carguen celulares y continúen comunicándose con el exterior. Esto podría facilitar actividades delictivas como las extorsiones.
El Ministro de Gobernación, @FJimenezmingob, supervisa la fase final de la reconstrucción del Centro de Alta Seguridad “Canadá” en #Escuintla. 💪🏻
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— MinGob (@mingobguate) October 16, 2024
Celdas individuales y nuevas normas de orden
El ministro Jiménez destacó que las normas de orden en El Infiernito no serán las mismas que en otras prisiones del país. Se implementarán bartolinas casi individuales, diseñadas para albergar a presos de alta peligrosidad o aquellos que causen problemas dentro del penal. Sin embargo, también se habilitarán espacios más amplios, con capacidad para albergar hasta 40 internos por cuadra.
El objetivo de estas medidas es reforzar el aislamiento de los reclusos más peligrosos, minimizando su capacidad de influir en el crimen organizado desde el interior del penal.
Separación de áreas y perfil de los reclusos
Una de las acciones más importantes es la separación física del área administrativa de la zona donde pernoctan los reclusos. Además, según Jiménez, esta medida busca prevenir contactos entre los reclusos y el personal administrativo, con la intención de reducir posibles actos de corrupción.
En cuanto a los 250 presos que serán trasladados a esta cárcel, el ministro mencionó que ya han sido seleccionados y son aquellos que tienen mayor impacto en crímenes como la extorsión y el sicariato. Con este control, se espera disminuir la incidencia de estos delitos en las calles.
El titular de la cartera concluyó que el objetivo final de la remodelación es devolver a El Infiernito su categoría de presidio de máxima seguridad, una distinción que poseía en los años 70 y no en residenciales tal y como fueron encontradas.
Este cambio es parte de una estrategia integral para combatir el crimen organizado desde su núcleo.
Con información del Diario de Centro América
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