Ciudad de Guatemala, 11 jun (AGN).- En las montañas y comunidades de Huehuetenango se escucha un idioma que forma parte esencial del patrimonio cultural de Guatemala: el chuj. Aunque también tiene presencia en algunas zonas de Chiapas, México, esta lengua originaria continúa siendo un símbolo de identidad para cerca de 50 mil personas. Es uno de los idiomas mayas que aún se hablan y es reconocido oficialmente como un idioma nacional en Guatemala.
Conociendo el cuerpo humano en chuj
Una de las formas más didácticas de adentrarse en un idioma es a través del aprendizaje de las partes del cuerpo, pues conecta directamente con la cotidianidad. En chuj, cada parte tiene un nombre propio que, más allá de su significado, refleja una cosmovisión distinta del cuerpo y la salud.
Por ejemplo, la mano se nombra como K’ab’, mientras que la oreja se conoce como Chikin. La palabra para diente es E, una forma breve pero significativa. Cuando se habla de los ojos, se utiliza la expresión Ol sat, y para referirse al cabello, el término es Xil jolom. Por su parte, la cabeza se nombra Jolom.
El rostro y las partes que lo conforman también tienen su expresión única. Así, la nariz se traduce como Ni’, la boca como Ti’ y la lengua como Ak’. Estos términos no solo ayudan a entender el idioma, sino que también fortalecen la conexión entre la lengua y el conocimiento ancestral que ha sido transmitido oralmente.
El idioma también nombra otras partes del cuerpo con precisión. El cuello, por ejemplo, es Jaj, mientras que la uña se llama Ech. En cuanto a las extremidades inferiores, el pie es conocido como Ok y la rodilla se expresa como Sjolom penek.
Alfabeto
Uno de los aspectos distintivos del idioma es su alfabeto, que incluye sonidos particulares no presentes en el español. Entre las letras que conforman el sistema fonético del chuj se encuentran signos como ch’, tz’ o k’, los cuales reflejan la riqueza fonológica de la lengua. Su alfabeto completo incluye:
- a
- b’
- ch
- ch’
- e
- h
- i
- j
- k
- k’
- l
- m
- n
- nh
- o
- p
- r
- s
- t
- t’
- tz
- tz’
- u
- w
- v
- x
- y
Este sistema de escritura permite no solo preservar el idioma, sino también documentarlo y enseñarlo a futuras generaciones.
Preservar para trascender
En un país caracterizado por su diversidad cultural, conservar idiomas como el chuj no es solo un acto de memoria, sino de resistencia. Enseñar sus palabras, especialmente desde lo más cotidiano como el cuerpo humano, es una herramienta valiosa para que las nuevas generaciones abracen su herencia y mantengan vivo un idioma que ha narrado historias por siglos.
Rescatar estas expresiones es una forma de dar voz a una cultura que sigue hablando, pensando y sintiendo en su propio idioma.
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