Redacción Ciencia, 14 ene (EFE).- La extensión de bosque inundado, la variedad de especies arbóreas y el tiempo que dura la inundación determina la riqueza de especies de peces en la Amazonía, según una investigación recogida este lunes en la revista Proceedings de la academia nacional de ciencias estadounidense.
Varias decenas de científicos de todo el mundo han realizado la primera gran evaluación de la variedad de peces de agua dulce que habitan en los más de 6 millones de kilómetros cuadrados de bosque amazónico. El 15 % de de ese bosqye permanece inundado gran parte del año y constituye el hábitat de 29 especies de peces pertenecientes a nueve linajes distintos.
La científica colombiana Sandra Correa, de la universidad estatal de Misisipi, una de las autoras principales del estudio explicó:
Se trata de peces frugívoros, así llamados porque más de la mitad de lo que comen es fruta, y van migrando por los bosques inundables estacionales de la cuenca del Amazonas cumpliendo una labor fundamental: esparcir las semillas.
Estudiar estas especies fue un reto hasta ahora, explica la investigadora, ya que migran por los bosques temporalmente inundados a lo largo de varios países de Latinoamérica. Por ello, los investigadores necesitaron cuatro años y más de 300 mil registros para poder describir la interdependencia de peces y bosques en la Amazonía.
Hallazgos
La investigadora destacó que los resultados apuntan a una sincronación en la época en la que los ríos inundan el bosque, que suele ser la misma cada año, con la producción de fruta por parte de los árboles, señala.
De esa forma, cuando los peces entran al bosque de mano de la inundación de los ríos se encuentran lo que la investigadora define como una lluvia de frutas de la que poder alimentarse, y, posteriormente, propagar las semillas.
El estudio de más de 140 subcuencas amazónicas evidenció que lo que determina la riqueza de peces es el tiempo de inundación, la duración y la variedad de árboles del bosque.
Al mismo tiempo, también apuntan hacia las principales amenazas para la biodiversidad de agua dulce: la tala de bosques y cambio de uso del suelo, la construcción de presas y la contaminación.
A los científicos les preocupa especialmente la cantidad de pantanos que hay proyectados en la Amazonía: Ningún árbol sobrevive a la inundación permanente que provocan las presas, y con ellas se rompe todo el ecosistema de peces, y también del alimento para las poblaciones locales, añade Correa.
Acciones necesarias
Los investigadores subrayan la necesidad de un manejo ambiental adecuado en la región para salvaguardar estos valiosos ecosistemas inundables, con prácticas como la repoblación de árboles en las zonas taladas en la Amazonía o la no alteración del cauce hídrico.
Al mismo tiempo inciden en la necesidad de mantener y conservar aquellas zonas que aún permanecen en buen estado, entre las que destacan especialmente los bosques inundables situados entre el occidente de la Amazonía brasileña y la cordillera de los Andes.
Dado que cada especie de pez frugívoro suele consumir su fruta preferida, necesitamos peces de variedades distintas para esparcir las semillas, mantener la biodiversidad forestal y garantizar la sostenibilidad a largo plazo, concluye la investigadora.
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