Redacción Medioambiente, 20 nov (EFE).- Las medidas de adaptación al cambio climático, la hoja de ruta para el fin de los combustibles fósiles y, por encima de todo, la financiación, son los principales puntos de conflicto para conseguir un acuerdo en la COP30 de Belém, Brasil, según varias de las delegaciones participantes.
El secretario general de la ONU, António Guterres, ofrecerá este jueves una conferencia de prensa para impulsar las negociaciones, tras mantener en las últimas horas varias reuniones, incluyendo una con líderes indígenas brasileños.
Un informe: Uno de los documentos firmados en las últimas horas es un memorando de entendimiento entre Cuba y Brasil para cooperar en la protección ambiental, con atención especial al cambio climático y la conservación de la biodiversidad.
El texto tiene una vigencia inicial de cinco años por renovación automática y describe 14 áreas clave de cooperación incluyendo la economía circular, la gestión de ecosistemas y el cambio climático, entre otras.
Cuba cuenta con una ley medioambiental llamada Tarea Vida, cuyo despliegue ha sido limitado por la sempiterna crisis del país.
Combustibles fósiles
Una declaración: La carta que entregó un grupo de científicos en las últimas horas respecto de las conversaciones para diseñar una hoja de ruta que permita el fin de los combustibles fósiles supuso un tirón de orejas para todos los negociadores.
No solo defienden que es preciso alcanzar la meta de emisiones netas cero en 2045 como máximo sino que advierten que los delegados parecen no entender lo que es una hoja de ruta; no es un taller o una reunión ministerial: es un plan de trabajo real y ello requiere un mandato y acciones objetivas y urgentes.
Un personaje: La presencia física en Belém del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva no ha sido suficiente hasta el momento para desenredar las complejas conversaciones que deben conducir al acuerdo final en la cumbre.
Basó su impulso en la flexibilidad: los países deben tener actitud para avanzar en las conversaciones pero sin imponer nada a nadie y cada uno en su tiempo. De momento, no ha obtenido grandes resultados.
El martes se presentó un primer borrador de declaración política con la intención de refinarlo y, una vez redactado un segundo borrador, someter éste a votación el miércoles, pero esto no ha sucedido.
Pese a todo, la postura oficial sigue siendo el optimismo y de hecho el presidente de la COP30, André Corrêa do Lago, resumía la jornada de ayer como un día muy bueno en las negociaciones.
Otros temas
Una imagen: La de los representantes de varias provincias de Argentina que se han presentado en la cumbre al margen de la delegación oficial de su país, que ha vuelto a tener un bajo perfil mostrando así la sintonía del ejecutivo de Buenos Aires con el de Washington en lo que tiene que ver con el cambio climático.
El director de Transición Ecológica de la propia provincia de la capital, Hernán Hougassian, ha justificado su presencia porque nos pareció importante que el mundo conozca que hay experiencias de políticas ambientales y políticas climáticas en los gobiernos regionales, a pesar de la posición de su gobierno nacional.
Próxima sede: El ministro de Cambio Climático y Energía de Australia, Chris Bowen, confirmó que la próxima cumbre climática se organizará bajo presidencia de su país pero físicamente en Turquía.
La delegación australiana organizará la agenda y dirigirá las negociaciones mientras que la turca se encargará de acondicionar la sede y acoger a los participantes.
Es la solución de consenso adoptada por ambos países tras varios días de negociaciones, ya que ambos querían albergar la COP31 en 2026. La COP32, a celebrar en 2027, también tiene ya sede, Etiopía, tal y como anunció en su momento el grupo de países africanos.
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