Quetzaltenango, 03 ene (AGN). – La gobernadora del departamento de Quetzaltenango, Mayra López, lideró una emotiva conmemoración del 28 aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz en Guatemala. Este histórico acontecimiento, que marcó el fin de un conflicto armado interno que duró más de tres décadas, fue recordado con un acto solemne que reunió a autoridades locales, líderes comunitarios y miembros de la sociedad civil.
El evento tuvo lugar en el edificio de gobernación, un espacio simbólico en el corazón de Quetzaltenango, con la presencia de la gobernadora de Quetzaltenango en su discurso de apertura, la gobernadora destacó la importancia de mantener vivo el recuerdo de los Acuerdos de Paz como un compromiso colectivo hacia la reconciliación, el desarrollo y la justicia social.
Los Acuerdos de Paz no solo pusieron fin a un conflicto armado, sino que también sentaron las bases para construir un país más inclusivo y equitativo hoy reafirmamos nuestro compromiso de trabajar por una Guatemala en la que prevalezcan los derechos humanos y la paz, expresó.
Detalles de la actividad
La conmemoración también sirvió como espacio de reflexión, en un conversatorio donde se abordaron los desafíos que aún enfrenta Guatemala en la implementación de los compromisos establecidos en los Acuerdos de Paz.
Entre otros temas estuvieron la desigualdad social, el acceso a la educación y la salud, y la necesidad de fortalecer las instituciones democráticas. Dicho conversatorio se llevó a cabo con la participación de Carlos Amézquita director ejecutivo de Comisión Presidencial por los Derechos Humanos y la Paz (Copadeh) y Carlos Barrios secretario general de URNG.
Los gobernadores de San Marcos Rolando López y gobernadora de Totonicapán Delfina García, ciudadanos de todas las edades, autoridades, representantes de diferentes instituciones, sociedad civil, pueblo maya mam, organizaciones de mujeres, medios de comunicación y la participación de la comunidad quetzalteca fue que clave para el éxito del evento, quienes se unieron a la conmemoración, demostrando que la memoria histórica y el deseo de paz siguen vivos en los corazones de los guatemaltecos.
La gobernadora hizo un llamado a la unidad y la acción colectiva: Que este aniversario nos inspire a seguir trabajando juntos por un futuro donde la paz sea una realidad para todas y todos. La tarea no ha terminado, pero juntos podemos construir la Guatemala que anhelamos.
Con actos como este, el presidente Bernardo Arévalo, gobernadora de Quetzaltenango, Mayra López reafirman su compromiso con la memoria, la reconciliación y la construcción de un país en paz.
La firma no solo representa una marca en un papel, representa la lucha de un pueblo que se mantuvo fuerte durante finales del siglo XX, representa también la negación de la ciudadanía de abandonar sus culturas y tradiciones trayendo paz a los pueblos de los cuales ellos fueron los más afectados.
La firma de la paz simboliza no solo el fin de una era violenta hacia pueblos vulnerables por parte del ejército, sino construir un futuro mas equitativo y mejor para las nuevas generaciones donde las personas puedan convivir en paz y armonía.
También abrió las puertas a las elecciones democráticas en el país al convertir a la Unidad Nacional de Revolución Guatemalteca (URNG), en un partido político abriendo la posibilidad de que las decisiones no se tomen con las vidas de personas inocentes, sino que ahora el mismo pueblo muestre su autonomía y vote por el mandatario que más le interese a cada uno.
Comisión de Esclarecimiento Histórico
Se registraron avances en la creación de instituciones como la Comisión de Esclarecimiento Histórico (HEC); documentando las atrocidades cometidas durante el conflicto armado y reconocer que el mismo estado fue el culpable de los actos genocidas hacia el pueblo maya.
Es cierto que desde la firma de la paz esto no significaba el fin de una lucha, significaba el inicio de un largo proceso que hasta nuestros días demanda un gran esfuerzo por parte del gobierno.
Las organizaciones sociales, las comunidades indígenas y los derechos humanos siguen siendo parte esencial para mantener lista la lucha por una Guatemala más justa.
La paz no solo representa el fin de una guerra; representa la construcción de una sociedad basada en la igualdad, la justicia y el respeto mutuo hacia cada comunidad y habitante del país. Cada aniversario de la firma representa una oportunidad para recordar y reflexionar sobre los retos y de recordar los errores del pasado para que los mismos no se repitan.
Guatemala recuerda el 29 de diciembre con alevosía y un espíritu de reflexión, pero también con la convicción de que es posible superar los momentos más duros y que el cambio no se da de un día para el otro, sino que se construye poco a poco hasta obtener el objetivo de mantener la paz.
El sueño de una Guatemala en paz aun se encuentra vigente entre sus ciudadanos y mandatarios quienes buscan día a día demostrar que el país es un pueblo soberano y sobre todo lleno de equidad y igualdad.
Por Cándida Amézquita/Gobernación de Quetzaltenango
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