A través del Acuerdo Ministerial 99-2019, los conocimientos ancestrales de la alfarería en Santa Apolonia, Chimaltenango, fueron declarados Patrimonio Intangible de la Nación.
Este oficio es practicado por Clara Chonay, originaria de la aldea Chipata, quien a sus 50 años es un ejemplo para las mujeres que se dedican a este oficio.
Su jornada laboral comienza a diario a las 4:00 horas para elaborar las piezas de barro. Todo empieza con llevar un costal con tierra a su vivienda convertido en su taller de labores. Luego, la tierra pasa por un proceso de secado y molido.
Posteriormente, la tierra es remojada para llevar a cabo la elaboración de las piezas de barro. Cada detalle pasa por sus manos que reflejan las marcas del trabajo desde casi 40 años.
La alfarería es parte de las tradiciones artesanales, sociales y culturales del país, por lo que estas obras de arte son muy requeridas.
Doña Clara destaca que un jarrón lo puede elaborar en 15 minutos. Un pedido de 10 a 15 jarrones lo entrega en menos de ocho días, pues estos llevan un proceso lento de pintura y secado.
El Acuerdo Ministerial 99-2019 resalta que la alfarería de Santa Apolonia, Chimaltenango, es una tradición de carácter local que se distingue por su calidad, por ser una expresión genuina del pueblo kaqchikel y una práctica artesanal que ha trascendido en el tiempo por su valor histórico y cultural.