Redacción Ciencia, 6 ene (EFE).- Una nueva investigación apunta a que la anorexia nerviosa tiene un vínculo con ser madrugador y el insomnio. El estudio se centró en los genes asociados a esa enfermedad, al reloj circadiano y a varios rasgos del sueño.
El estudio lo publicó Jama Network Open. Está dirigido por investigadores del Hospital General de Massachusetts (MGH), en colaboración con el University College de Londres y la Universidad de la República de Uruguay.
La investigación pretendía entender mejor la posible conexión, apuntada por estudios previos, entre los trastornos alimentarios y nuestro reloj interno, o reloj circadiano, que controla una amplia gama de funciones biológicas como el sueño y afecta a casi todos los órganos del cuerpo.
Para ello se centraron en los genes asociados a la anorexia nerviosa, el reloj circadiano y varios rasgos del sueño, incluido el insomnio.
Hannah Wilcox, autora principal del estudio e investigadora en el MGH, señaló:
Las implicaciones clínicas de nuestros nuevos hallazgos no están claras en la actualidad. Sin embargo, podrían orientar futuras investigaciones sobre terapias basadas en el sistema circadiano para la prevención y el tratamiento de la anorexia nerviosa.
Los trastornos de la conducta alimentaria pueden afectar profundamente a la #SaludBucodental. La anorexia nerviosa, la bulimia y otros #TCA tienen efectos adversos que incluyen: pic.twitter.com/r1vVjFjmoC
— CODES (@codesasturias) January 3, 2024
Aleatorización mendeliana
Los investigadores utilizaron un método estadístico llamado aleatorización mendeliana. El objetivo giró en torno a ver cómo los genes asociados a un determinado rasgo afectan a otros rasgos de interés.
Así, al examinar los patrones de sueño de personas con diferencias genéticas que las hacen más propensas a padecer anorexia nerviosa, se obtienen pruebas sobre la relación entre esta y el sueño.
El equipo encontró:
Una asociación bidireccional entre los genes asociados a la anorexia nerviosa y los genes asociados al cronotipo matutino (despertarse temprano y acostarse temprano).
De esta forma, los hallazgos sugieren que ser madrugador podría aumentar el riesgo de padecer anorexia nerviosa, y padecer anorexia nerviosa podría llevar a despertarse más temprano, explicó el HGM.
Para evaluar más a fondo la conexión con el insomnio, usaron datos de un biobanco. Además, desarrollaron una puntuación de riesgo genético para la anorexia nerviosa y vieron que estaba efectivamente asociada con un mayor riesgo de insomnio.
El autor principal, Hassan S. Dashti, afirmó:
Nuestros hallazgos implican que la anorexia nerviosa es un trastorno matutino, a diferencia de la mayoría de las enfermedades psiquiátricas nocturnas, y respaldan la asociación entre anorexia nerviosa e insomnio observada en estudios anteriores.
La anorexia nerviosa, cuyas causas siguen sin estar claras, es la segunda enfermedad psiquiátrica con mayor tasa de mortalidad, cuenta con tratamientos limitados y los actuales presentan tasas de recaída de hasta el 52 %, por lo que se necesita urgentemente más investigación, destacó el HGM. EFE
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