Ciudad de Guatemala, 19 abr. (AGN).- El dengue es una enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti, la cual puede convertirse en una amenaza grave si no se detecta y trata a tiempo. Su evolución ocurre en tres fases bien definidas: febril, crítica y de recuperación.
Saber identificar estas etapas es esencial para evitar complicaciones, ya que algunas de ellas pueden ser mortales si no se recibe atención médica adecuada.
Las etapas
En los primeros días, generalmente entre el 1 y el 4, el paciente entra en la etapa febril. Esta se manifiesta con fiebre elevada, dolor de cabeza, malestar general y, en muchos casos, dolor intenso detrás de los ojos.
Aunque puede parecer una gripe común, no debe subestimarse. Durante esta etapa se recomienda guardar reposo y mantenerse bien hidratado, ya que la pérdida de líquidos es constante.
Después de los primeros días, el cuadro clínico puede intensificarse y volverse peligroso. Entre el día 3 y el 7 se presenta la etapa crítica, caracterizada por signos de alarma que no deben ignorarse: dolor abdominal fuerte, vómitos persistentes, sangrado nasal o de encías, heces oscuras, somnolencia, piel fría o húmeda, e incluso dificultad para respirar.
Estos síntomas indican un posible agravamiento del estado del paciente. Es urgente acudir al centro de salud más cercano al primer indicio de estos signos.
Si el tratamiento es oportuno y adecuado, entre los días 7 y 10 se da paso a la fase de recuperación. En este punto, el estado general del paciente comienza a mejorar progresivamente.
La hidratación continua es fundamental, así como el consumo de alimentos suaves y nutritivos como frutas, verduras y caldos, que ayudan al cuerpo a fortalecerse después del desgaste físico sufrido.
🚦🦟 El dengue evoluciona en tres fases: crítica, febril y de recuperación. 𝗜𝗱𝗲𝗻𝘁𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗿 𝗹𝗼𝘀 𝘀í𝗻𝘁𝗼𝗺𝗮𝘀 𝘆 𝘁𝗼𝗺𝗮𝗿 𝗺𝗲𝗱𝗶𝗱𝗮𝘀 𝗼𝗽𝗼𝗿𝘁𝘂𝗻𝗮𝘀 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲 𝘀𝗮𝗹𝘃𝗮𝗿 𝘃𝗶𝗱𝗮𝘀.⚠️
Si presentas signos de alarma, busca atención médica de inmediato.— Ministerio de Salud Pública (@MinSaludGuate) April 18, 2025
Atender los signos puede marcar la diferencia
Enfrentar el dengue con conocimiento puede hacer una diferencia vital. Ante cualquier sospecha, lo mejor es actuar con rapidez y no automedicarse.
Estar atentos a los cambios del cuerpo, especialmente si hay signos de alarma, puede evitar que una enfermedad tratable se convierta en un riesgo mayor. La prevención y el cuidado personal son clave en esta temporada.
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