San Francisco (EE. UU.), 28 jul (EFE).- Una nueva ola de calor desde este miércoles ha añadido presión a las tareas de prevención y lucha contra el fuego en California (EE. UU.), donde decenas de grandes incendios permanecen activos en un verano que está registrando temperaturas récord.
Ante la previsión de que el calor se dispare durante las próximas horas, el Operador del Sistema Independiente de California, ente responsable de coordinar y supervisar la red eléctrica, emitió una alerta para que los consumidores reduzcan al máximo el uso de energía.
Los fallos en la red eléctrica, en varios casos causados por haber superado el exceso de su capacidad, se encuentran detrás de muchos de los grandes incendios que en los últimos años han arrasado el bosque Californiano, y son la principal hipótesis sobre el origen del mayor de los fuegos actualmente activos en el estado.
Este incendio, que ha sido bautizado como Dixie por las autoridades, lleva 88 mil hectáreas quemadas desde que se declaró el pasado 14 de julio, y los más de 5 mil efectivos que trabajan en él solo han podido contenerlo en un 23 %.
Más de 400 personas fueron evacuadas por incendios en California
Fuego
De acuerdo con la documentación entregada a la Comisión Pública de Suministros de California, un operario de PG&E se encontraba reparando un incidente en una línea eléctrica el pasado 13 de julio cuando observó cómo los fusibles en mal estado en lo alto de una torre habían iniciado un fuego en el sotobosque.
PG&E (como se conoce popularmente a Pacific Gas & Electric) es la mayor empresa proveedora de electricidad en EE. UU., y suministra energía a prácticamente la totalidad de la población del centro y el norte de California.
Impresionante ver a lo que se enfrentan los bomberos en California, tremenda la labor ante los tremendos incendios que se producen allí pic.twitter.com/lmC08MJYux
— Raúl Espínola (@RaulSpinola) July 28, 2021
Temporada de incendios se adelanta varios meses en el oeste de EE. UU.
Cifra
El fuego trae los peores recuerdos a los vecinos de la cercana Paradise, una ciudad que fue arrasada en 2018 por el incendio más mortífero de la historia de California, en el que murieron 85 personas y que también se inició por un fallo en una línea de PG&E.
Las altas temperaturas disparan la demanda de energía eléctrica (en gran medida por el uso de aires acondicionados), lo que aumenta la presión sobre la red y, combinadas con la extrema sequedad del terreno, generan un escenario muy propicio para el fuego.
Fuera de California, en el vecino estado de Oregón, sigue activo el que actualmente es el mayor de todos los incendios de EE. UU., el conocido como Bootleg, que fue declarado tras la caída de un rayo el pasado 6 de julio en la zona boscosa de Winema-Fremont.
Las llamas ya han calcinado más de 167 mil hectáreas y los bomberos lo tienen contenido en un 53 %.
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