Totonicapán, 28 abr (AGN).- Totonicapán es un territorio destacado no solo por ser cuna de artistas y gente trabajadora, sino también por contar con variados atractivos turísticos, lo cual lo hacen el destino perfecto para los amantes de la cultura y la naturaleza.
En el departamento se trabaja desde diferentes ámbitos para impulsar la historia de cada municipio, con el afán de no dejar morir el legado de los abuelos. Así lo manifiestan los lugareños.
Una de las jurisdicciones reconocidas por esas características es San Andrés Xecul, la cual ha trascendido en el ámbito internacional por los vibrantes colores de su iglesia católica.
El templo, que data de mediados del siglo XVll, es una muestra del sincretismo religioso que caracteriza a su población. Hay una antigua historia que relata que este fue construido en una sola noche por un solo hombre.
Sin embargo, este no es el único atractivo del lugar, pues también cuenta con una vasta riqueza natural.
Las montañas espectaculares que caracterizan a este bello municipio ha sido la fuente de inspiración de muchos artistas. No hay nada más especial que respirar el aire fresco y dejarse llevar por el sonido de los pájaros, que con su trinar invitan a la relajación, manifestó el profesor Antonio Chan.
El también comunicador social ha destacado como promotor de la cultura local y compartió con la Agencia Guatemalteca de Noticias algunos detalles de la jurisdicción.
La Cueva de Pakotz´i´j
Pakotz´i´j en el idioma quiché significa entre flores, y hace alusión al lugar en el que hace muchos años se encontró una imagen de San Andrés Apóstol, patrono del municipio.
Se trata de un sitio muy conocido por lo fieles devotos, pero con el paso de los años se había descuidado. Esto motivó a artistas de la pintura a intervenir, en colaboración con algunos vecinos.
Se trabajó para darle vida y colorido a la cueva. El proceso se inició el pasado fin de semana, gracias al apoyo de una vecina, quien nos donó la pintura, contó el entrevistado.
El proyecto estuvo a cargo de los artistas Manuel David Saquic y Tonny Chan, quienes se inspiraron en el modelo y colores de la iglesia de San Andrés Xecul para transformar la entrada de la cueva.
La actividad se llevó a cabo de forma previa a la fiesta de la Cruz, la cual se conmemora el 3 de mayo. De esta cuenta, también se pintó la cruz ubicada en el punto.
Dan vida a sendero
En el lugar también hay un sendero, el cual ha sido objeto de varias mejoras, con el fin de propiciar una experiencia agradable a visitantes locales y foráneos.
Provistos de piochas y azadones, entre otras herramientas, los vecinos han definido el camino, en el cual también se colocaron varias bancas, adornadas con escenas de la cultura del lugar.
Las acciones en este sitio se llevan a cabo desde hace un año, por iniciativa de José Chuc, Rivelino Cux, Antonio Chan y Antonio Cux.
Varios vecinos se dieron a la tarea de ampliar el camino, tarea que se desarrolló domingo a domingo, manejando todos los protocolos de prevención ante el COVID-19. Después, surgió la idea de colocar juegos y lugares para el descanso. Cada persona fue aportando ideas e insumos, narró Chan.
Otro comunitario que aportó al proyecto fue el carpintero Raúl Chiroy, quien sugirió hacer un graderío con resto de tablas. Posteriormente se sumaron las bancas.
Estas sirvieron de lienzo a Geovanni Batz, quien contribuyó a la iniciativa plasmando su arte.
Actualmente, el resguardo y mantenimiento del lugar está a cargo del comité sendero Pakotz´i´j, en el cual participan siete personas, entre el presidente, tesorero, secretarios y vocales.
Por Alberto Chaclán
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