Quito, 18 ago (EFE).- Más de medio siglo de monitoreo al pingüino de Galápagos (Spheniscus mendiculus), actualmente en peligro extinción, ha permitido constatar que presentan una resiliencia sorprendente, a pesar de las amenazas como la crisis climática o las ratas introducidas.
La conclusión se desprende de 55 años de estudios ininterrumpidos, con un recorrido efectuado entre el 26 y el 31 de julio por cinco islas del archipiélago: Fernandina, Isabela, Floreana, Santiago y Bartolomé.
La expedición fue realizada por el Centro de Sentinelas de los Ecosistemas de la Universidad de Washington y dirigida por su directora Dee Boersma, en colaboración con la Fundación Jocotoco, el Parque Nacional Galápagos y con el apoyo de Silversea Expeditions.
Desde hace 55 años, Dee Boersma visita regularmente las islas Galápagos, situadas a unos mil kilómetros de las costas continentales ecuatorianas, para desarrollar su investigación sobre el pingüino de Galápagos.
Su trabajo ha contribuido de manera significativa al conocimiento científico de esta especie, así como del pingüino de Magallanes, fortaleciendo la base de evidencia necesaria para su conservación a largo plazo, indicó la Fundación Jocotoco en un comunicado.
#EspeciesDeGalápagos|🔍El pingüino de Galápagos es una de las especies más pequeñas de pingüino que existe en el mundo, pueden medir hasta 35 cm. Habitan especialmente en las islas Isabela y Fernandina, pero ocasionalmente se los observa en otras islas como Santiago y Floreana. pic.twitter.com/1aIIC2HlCX
— Parque Galápagos (@parquegalapagos) February 25, 2021
Conteo y fotografías
Durante el recorrido, los equipos llevaron a cabo una serie de actividades científicas esenciales para evaluar el estado de la especie y su hábitat, entre ellas, el conteo y fotografía de pingüinos para registrar su presencia y distribución.
Las imágenes se utilizan para fotoidentificación, ya que cada individuo presenta marcas únicas que permiten su monitoreo a lo largo del tiempo. Durante la expedición de 2025, se contabilizaron 74 pingüinos: 73 adultos y 1 juvenil, añadió.
Asimismo se registraron medidas biométricas, como peso y talla, además del marcado de varios individuos, con el fin de monitorear su estado físico y salud a lo largo del tiempo.
Nidos
Asimismo, se revisaron nidos construidos y naturales para monitorear el éxito reproductivo, el uso de los nidos artificiales y la disponibilidad de sitios adecuados para la anidación.
Se revisaron 28 nidos naturales y 64 construidos adecuados para la cría, encontrando 6 nidos naturales activos: cinco con uno o dos huevos y uno con un pichón grande.
#Galápagos | Un pingüino de Galápagos blanco fue reportado por el guía Jimmy Patiño, durante el desarrollo de actividades turísticas al norte de la isla Isabela. Los técnicos consideran que el ave sufre de leucismo, una condición genética parecida al albinismo. pic.twitter.com/RsY7ucE4rb
— Parque Galápagos (@parquegalapagos) November 26, 2020
Especie resiliente
A pesar de las amenazas que enfrentan los pingüinos de Galápagos, como la crisis climática, gatos ferales y ratas introducidas, la resiliencia de esta especie es sorprendente. El Parque Nacional Galápagos, oenegés y la Academia continúan trabajando coordinadamente para mitigar esta amenazas y que ellos puedan seguir prosperando, señaló Boersma.
Proteger al pingüino de Galápagos es proteger también el equilibrio del ecosistema marino-costero del que depende, resaltó Eliécer Cruz, director del Programa Galápagos de la Fundación Jocotoco, al apuntar que los monitoreos permiten entender mejor las amenazas y diseñar estrategias de conservación más efectivas. EFE
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