Ciudad de Guatemala, 30 jun (AGN).– Cada 30 de junio, Guatemala revive un capítulo crucial de su historia: la gesta revolucionaria de 1871. Esta fecha no solo recuerda una transformación política, social y económica, sino que también honra la fundación del Ejército Nacional, institución que nació como parte de ese proceso. El movimiento revolucionario liderado por los generales Miguel García Granados y Justo Rufino Barrios, conocido como la Reforma Liberal, sentó las bases de una nueva etapa para el país.
Tras el éxito del movimiento revolucionario, Miguel García Granados asumió la presidencia interina de la República. Durante su gestión, que se extendió hasta el 4 de junio de 1873, Justo Rufino Barrios comenzó a organizar formalmente al Ejército de Guatemala. Desde entonces, el 30 de junio fue instituido como el Día del Ejército, con el objetivo de rendir homenaje a quienes protagonizaron el cambio de rumbo que redefinió la nación.
Con dignidad, respeto y transparencia, defendemos a la Nación.🫡🇬🇹
1️⃣5️⃣4️⃣ Aniversario de la Gesta Revolucionaria de 1871 y #DíaDelEjércitoGT. pic.twitter.com/ytuRQXYAEu
— Ejército de Guatemala (@Ejercito_GT) June 23, 2025
Más de 150 años de conmemoración
Hoy, a 154 años de aquella gesta, la celebración sigue teniendo relevancia, especialmente en los círculos castrenses. Más allá del acto protocolario, la fecha representa una oportunidad para reflexionar sobre el papel histórico del Ejército guatemalteco, tanto en tiempos de transformación como en momentos de crisis. La institución ha sido protagonista de diversos hechos históricos, incluyendo su participación en el prolongado conflicto armado interno que duró 36 años.
La Constitución Política de la República define al Ejército como la entidad encargada de garantizar la soberanía del país. Este mandato implica un compromiso permanente con la defensa del territorio nacional, incluso en escenarios complejos y desafiantes. En ese contexto, el Ejército ha asumido misiones que van desde la defensa de las fronteras hasta la atención de emergencias nacionales y el apoyo en tareas de seguridad interna.
La conmemoración del Día del Ejército no solo mira hacia el pasado, sino que también interpela al presente y al futuro. Reconocer el valor histórico de la gesta de 1871 es esencial, pero también lo es fortalecer una visión institucional que contribuya a la paz, la defensa de los derechos humanos y la construcción de un país más justo. En esa dirección, el rol de las Fuerzas Armadas debe alinearse con los valores democráticos y el respeto a la ciudadanía.
Cada 30 de junio, Guatemala no solo recuerda una fecha. Celebra la memoria de una transformación, reconoce a quienes han servido en nombre de la nación y reflexiona sobre el camino que aún queda por recorrer.
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