Washington, 20 jun (EFE).- La Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó este viernes el despido de más de 600 trabajadores de la agencia federal que engloba a la emisora la Voz de América y a Radio Martí, enfocada en trasmisiones hacia Cuba, en una nueva vuelta de tuerca en los ataques del Gobierno contra los medios públicos.
Hoy tomamos medidas decisivas para implementar la agenda del presidente Trump de reducir la burocracia federal descontrolada, declaró Kari Lake, designada por el republicano como asesora principal de la Agencia de Estados Unidos para los Medios (USAGM).
En una carta publicada en su cuenta de X, Lake confirmó que hoy se enviaron avisos de despido por reducción de personal a 639 empleados de USAGM y la Voz América, una acción que completa la reducción del 85 % de esa fuerza laboral, traducida en mil 400 puestos menos desde que el mandatario ordenara su desmantelamiento en marzo.
Durante décadas, los contribuyentes estadounidenses se han visto obligados a financiar una agencia plagada de disfunciones, sesgos y despilfarro. Eso termina ahora, indicó la expresentadora y excandidata al Senado.
Personal reducido al mínimo
Después de esta ronda de despidos, solo quedarán unos 250 trabajadores en la administración de USAGM, y la Voz de América (VOA, siglas en inglés) y la Oficina de Trasmisiones para Cuba (OCB, en inglés), matriz de Radio Martí.
La agencia ahora opera cerca del mínimo legal; con eficiencia y enfoque. Este es un claro ejemplo de un Gobierno responsable que reduce el despilfarro, restaura la rendición de cuentas y cumple la promesa de priorizar a los contribuyentes estadounidenses, concluyó Lake.
Las acciones de hoy evidencian un recrudecimiento en las acciones del Gobierno de Trump contra instituciones culturales, universidades y medios públicos.
A principios de mayo, el Presidente ordenó reducir al mínimo legal el presupuesto federal de las emisoras NPR y PBS, a las que ha acusado en reiteradas ocasiones de mantener un sesgo izquierdista.
El cierre de estos medios, específicamente el de la Voz de América -que ofrecía programación en más de 40 idiomas dirigida a países con censura de prensa y se veía como un ejemplo del poder blando‘ de EE. UU en el mundo- y ya recibe críticas por legisladores demócratas y republicanos, que dieron testimonio sobre el vacío que deja la salida del aire de cientos de programas de radio, televisivos y servicios digitales.
El director de la VOA, Mike Abramowitz, y varios periodistas del medio impusieron dos demandas para retar la orden ejecutiva de Trump, y aunque tuvieron éxito inicial gracias a fallos judiciales que bloquearon temporalmente los despidos, estos luego fueron levantados en cortes de apelación, donde actualmente los casos continúan en proceso.
También te recomendamos:
Día Mundial del Refugiado: El IGM reafirma su compromiso de atención con enfoque humano
rm/dm