Ginebra, 3 mar (EFE).- La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó este miércoles varios consejos sobre el uso de mascarillas de tela durante la pandemia de COVID-19.
Entre otras cosas, recomienda la utilización de las que tengan triple capa y no dispongan de válvulas.
De las tres capas, la interior en contacto con la boca debería ser de algodón absorbente y la intermedia de polipropileno. Entretanto, la exterior puede ser de este mismo segundo material o de un poliéster resistente a la humedad, explicó la entidad en su informe epidemiológico semanal.
También sugiere examinar el envase de la mascarilla para comprobar si ha sido probada en laboratorio y garantiza al menos un 70 por ciento de filtración de pequeñas gotas. Asimismo, se tendría que verificar si conserva sus propiedades durante al menos cinco lavados.
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— OPS/OMS Guatemala (@OPSGuate) February 28, 2021
Por otro lado, la OMS subraya que no solo debe tenerse en cuenta la capacidad de filtración de los cubrebocas, sino su adaptación a la cara. Esto debido a que tienen cubrir no solo la nariz y la boca, sino también la barbilla, sin dejar aberturas. Asimismo, deben permitir respirar bien a quien los utilice.
En este sentido, el organismo advierte que usar dos mascarillas de tela a la vez puede conllevar ciertos riesgos. Uno de ellos es que podría dificultar tanto la respiración del usuario que, a menudo, tenga que quitársela para recobrar el aliento.
Este tipo de cubrebocas no médicos se debe guardar en bolsas de plástico u otros envoltorios seguros antes o después de su uso. Además, se deben lavar con jabón y detergente, preferiblemente a 60 grados.
Como alternativa, se puede usar agua a temperatura ambiente y jabón, aunque a continuación se recomienda dejar la mascarilla en agua hirviendo durante un minuto.
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Exigencia de vacuna anti-COVID
Por aparte, la OMS reiteró que aeropuertos y otros puntos de entrada a un país no deben pedir a los viajeros que demuestren estar vacunados contra el COVID-19 para poder acceder a esos territorios.
Esa entidad insistió en que las vacunas anti-COVID no pueden ser un requisito para viajar, dado que todavía se desconocen sus efectos en la reducción de los contagios. Tampoco hay información concluyente sobre la duración de la inmunidad que proporcionan o si protegen contra formas leves de la enfermedad.
“Dar prioridad a los viajeros puede llevar a un inadecuado suministro de dosis para personas en alto riesgo de contraer formas graves de COVID-19”, añadió la OMS.
También recalcó que el uso de “certificados de inmunidad” para viajeros internacionales no es recomendable “ni está apoyado actualmente por evidencias científicas”.
Además, reiteró que las personas de más de 60 años y otros grupos de riesgo deben evitar viajar a países con una transmisión elevada de la enfermedad.
Por otro lado, la organización resalta que los viajeros internacionales “no deben ser considerados por naturaleza casos sospechosos de COVID-19”.
En 2020 el tráfico de pasajeros internacionales cayó un 60 por ciento con respecto a 2019 (2 mil 700 millones de viajeros menos). Esto causó a las líneas aéreas una pérdida de ingresos que se calcula en 371 mil millones de dólares.
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