Ciudad de Guatemala, 28 abr (AGN).– Guatemala estará presente por primera vez en una Copa del Mundo de Futbol Playa, que se celebrará en Seychelles en 2025. Los hombres de maíz, como con orgullo se nos dice, han conseguido lo impensable: clasificar al máximo torneo del deporte, tras imponerse con garra y corazón 3-2 a Bahamas en el Premundial.
Lejos de grandes estadios o entrenamientos lujosos, estos guerreros han forjado su camino entre las olas del mar, la arena caliente y oficios humildes que sostienen sus hogares. Lo suyo no ha sido fácil, y precisamente por eso, el triunfo sabe a gloria.
De Monterrico al mundo: el origen de un sueño
A más de 130 kilómetros de la capital, entre la brisa marina y el sonido constante del oleaje, nació un sueño que hoy está a punto de hacerse realidad. En Monterrico, tierra de pescadores y albañiles, floreció una generación que no le temió al reto de soñar en grande.
Entre los nombres que ya están marcados con letras de oro en nuestra historia, destacan Berny Marroquín y Edwin López, piezas clave en la clasificación histórica. Edwin, de 26 años, trabaja como pescador por las mañanas, un oficio que aprendió desde niño gracias a su padre, José Antonio:
Desde pequeño lo llevaba a pescar, para que conociera cómo se gana la vida aquí. Después aprendió albañilería, y hoy, verlo en un Mundial es un orgullo enorme.
Cuando Edwin regresó a su aldea tras la clasificación, fue recibido como un héroe:
Lloré de la emoción. Nunca imaginé pasar de la pesca al fútbol mundialista. Me hicieron una caravana desde El Puerto hasta Monterrico. Fue un momento inolvidable.
Uno de los momentos más emocionantes lo protagonizó Edwin, quien con picardía le marcó el segundo gol a Bahamas, anotación que nos puso pie y medio dentro del Mundial:
Vi al portero adelantado y dije ‘hoy es cuando’. Es inexplicable lo que sentí. Ese gol nos llevó al Mundial y siempre lo llevaré en el corazón.
Por su parte, su madre ha sido pilar en su vida, ya que ver a un hijo cumplir sus sueños, es de lo mejor que le pudo pasar
Estoy muy feliz y orgullosa porque Edwin ha logrado cumplir su sueño de ser futbolista. Siempre me decía que quería representar a nuestra aldea para hacer sentir orgullosos a sus amigos y a su familia, y hoy lo ha conseguido. Nunca imaginamos que llegaría tan lejos, pero con esfuerzo y la bendición de Dios, su oportunidad llegó. Me emociona cuando me dice: “Esto lo hago por usted, mamá”, porque sé que cada triunfo también me lo dedica a mí. Como madre, mi mayor deseo es verlo luchar y triunfar.
Berny Marroquín: ladrillo a ladrillo, construyó su camino
Berny ha combinado su trabajo como albañil con el fútbol desde que tenía 18 años:
Juego fútbol playa desde joven, pero a los 19 empecé en la albañilería. Es difícil trabajar todo el día y después entrenar, pero venir a la playa y escuchar el mar me ayuda a seguir.
El día de la clasificación, lo primero que hizo fue escribirle a su madre, agradeciéndole por estar siempre presente. Su gol y entrega en la cancha son ahora parte de nuestra historia.
Lo primero que hice al clasificar fue escribirle a mi madre, le explicaba que cuando logramos el objetivo, pensé en mi familia, ellos han estado apoyándome siempre.
Cuando el corazón juega, el país gana
Esta selección representa más que fútbol. Representa esperanza, esfuerzo, sacrificio y el inmenso amor por Guatemala. Cada jugada, cada gol, cada lágrima y sonrisa es el reflejo de un país que, pese a las dificultades, sigue soñando.
En Seychelles 2025 no solo estarán doce jugadores, estará el corazón de todo un pueblo que los vio nacer entre el mar y la arena. Porque cuando el fútbol nace del alma, no hay imposibles. La bicolor debutará ante Japón el 1 de mayo a las 5 de la madrugada horario guatemalteco, en donde por primera vez, nuestro himno sonará en el evento más importante de futbol playa.
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