Ciudad de Guatemala, 4 mar (AGN).- Alguien dijo una vez que la fuerza de una madre es más grande que las leyes de la naturaleza. Si analizamos esta frase con detenimiento, podemos entender la profunda influencia que las madres ejercen en la vida de sus hijos. Gabriela Santis, una nadadora guatemalteca, es un claro ejemplo de ello. Desde sus primeros años de vida, sin siquiera darse cuenta, tejió un lazo inquebrantable con el agua, convirtiéndose en la nadadora más rápida en la historia de Guatemala y representando al país en los Juegos Olímpicos. Todo esto impulsada por la identidad y el legado que le transmitió su madre.
A la mujer guatemalteca que sueña con alcanzar una meta, Gabriela le deja un mensaje poderoso:
Si quieres lograr un objetivo, no lo mires hacia arriba, porque parecerá inalcanzable. Tampoco lo veas hacia abajo, porque podrías confiarte y perderlo. Míralo de frente, a tu nivel, arrebátalo y hazlo tuyo. Nunca lo veas ni demasiado alto ni demasiado bajo; siempre como algo posible de conquistar.
Una vida marcada por la lucha y la determinación
El Día Internacional de la Mujer es un momento de reflexión y lucha por la igualdad. Pero también es el día en que heroínas que han superado innumerables desafíos alzan su voz para inspirar a otras. Gabriela Santis nació el 4 de noviembre de 1996 en Guatemala, con raíces en Sololá. Desde pequeña, su vínculo con el agua fue tan fuerte como el que compartía con su madre.
Desde que nací, la velocidad estaba en mí. Aprendí a caminar y a nadar a los dos años. Mi mamá, que también fue nadadora, me inspiró profundamente. Mis hermanos nadaban y yo pensaba: Si ellos pueden, yo también.
De princesa a guerrera
Criada en una familia de deportistas, Gabriela se inició en la natación desde muy temprana edad. Con más de 15 años de experiencia en el alto rendimiento y un palmarés repleto de medallas y récords, su camino estuvo lleno de obstáculos.
Desde pequeña, mi equipo siempre estuvo conformado por hombres. Mi entrenador era japonés, muy serio y estricto. Siempre era la última en salir del entrenamiento, y eso me molestaba. Desde el inicio, mi mayor competencia fueron los hombres y yo misma. De forma despectiva, mi entrenador les decía a los chicos: ‘No se dejen ganar por una mujer’.
Estos comentarios no hicieron más que fortalecer la identidad de Gabriela, moldeada en gran parte por su madre.
Recuerdo que salía de entrenar llorando, contándole a mi mamá lo que el entrenador me decía. Ella me miraba y me preguntaba: ‘¿Realmente eres una tonta? ¿Eres una nada?’ No, no lo eres. Tú eres una princesa, pero también una guerrera. Sigue nadando fuerte.’ Fue gracias a una mujer que descubrí mi identidad y encontré la fuerza para seguir adelante.
Las mujeres que han cambiado el deporte guatemalteco
Gabriela Santis ha dejado su huella en la historia del deporte guatemalteco, con récords centroamericanos en los 100 metros libres y el relevo 4×100, además de otros ocho récords nacionales en la categoría mayor de estilo libre. A lo largo de su carrera, ha sido testigo del cambio en la percepción y el trato hacia las mujeres en el deporte de alto rendimiento.
Antes, si una chica tenía su período, no se le permitía entrenar. Ahora, los entrenamientos se adaptan al ciclo menstrual de las atletas. El deporte no debería ser solo disciplina y esfuerzo; la actitud también cuenta. No sirve de nada entrenar todos los días si no lo haces con pasión y determinación. Así como mi madre me dio una identidad, yo quiero darles una identidad a las nuevas generaciones de mujeres en el deporte.
Con la experiencia que ha adquirido a lo largo de su vida, Gabriela levanta la voz en este día tan especial para motivar a más mujeres a seguir sus sueños.
Nos tocará nadar contra la corriente, pero si muchas atletas ya lo logramos, tú también puedes. Aunque te digan que no, aunque te impongan barreras, recuerda que todo está hecho para que te superes. Lo único que necesitas es creer en ti. Yo ya creo en ti; ahora solo falta que tú también lo hagas.
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