Ciudad de Guatemala, 1 feb (AGN).- El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) resalta los beneficios de la deshidratación de alimentos, un proceso que permite conservar frutas, verduras, carnes y otros productos sin necesidad de refrigeración.
Este método, utilizado desde hace siglos, prolonga la vida útil de los alimentos al reducir su contenido de agua, evitando así la proliferación de microorganismos que provocan su descomposición.
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Ventajas de la deshidratación
La eliminación de la humedad en los alimentos impide el crecimiento de bacterias, mohos y levaduras, lo que facilita su almacenamiento por meses e incluso años.
Además, este proceso mantiene las vitaminas, minerales y antioxidantes esenciales en frutas y verduras, garantizando su valor nutricional. Otro beneficio significativo es la intensificación de los sabores naturales, lo que hace que los productos deshidratados sean una opción deliciosa y saludable.
Diversos alimentos pueden someterse a este proceso, entre ellos:
- Frutas: mango, plátano, piña, fresas y manzana.
- Verduras: tomate, zanahoria, chile y espinaca.
- Hierbas y especias: perejil, orégano y albahaca.
- Carnes: cecina y carne seca.
- Lácteos: quesos rallados o en polvo.
Estos productos pueden conservarse en envases herméticos para garantizar su frescura y prolongar su durabilidad.
Un proceso accesible y sin aditivos
Una de las ventajas de la deshidratación es que no requiere el uso de aditivos químicos, lo que la convierte en una opción natural y segura. Para realizarla, se pueden emplear deshidratadores artesanales, fáciles de construir en casa, o bien optar por equipos profesionales que optimizan el proceso.
Además, los alimentos deshidratados pesan menos y ocupan menos espacio, lo que los hace ideales para almacenamiento a largo plazo o para llevar en viajes y excursiones.
La deshidratación es una alternativa económica y eficiente para aprovechar mejor la producción agrícola y reducir la pérdida de alimentos. Al evitar el deterioro de frutas, verduras y carnes, se contribuye a la seguridad alimentaria y a la disminución del desperdicio.
Con todos estos beneficios, este método de conservación se presenta como una solución práctica y sostenible para mantener los alimentos en óptimas condiciones por más tiempo.
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