Ciudad de Guatemala, 18 dic (AGN).- El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) ha puesto su atención en dos realidades complejas que enfrentan las comunidades rurales en Guatemala: la agricultura de subsistencia y la agricultura de infrasubsistencia. Ambas prácticas reflejan la lucha diaria de miles de familias por garantizar su seguridad alimentaria en condiciones adversas.
Agricultura de subsistencia y de infrasubsistencia
La agricultura de subsistencia se caracteriza por ser un modelo productivo orientado al autoconsumo. Las familias campesinas cultivan productos básicos indispensables para su alimentación diaria, utilizando métodos tradicionales y recursos limitados. Este tipo de agricultura no tiene fines comerciales, ya que todo lo producido es destinado exclusivamente al consumo familiar.
Aunque esta forma de producción permite satisfacer las necesidades básicas, las limitaciones de recursos dificultan el aprovechamiento óptimo de la tierra y, en muchos casos, perpetúan la vulnerabilidad económica y social de las familias rurales.
En un panorama aún más preocupante se encuentra la agricultura de infrasubsistencia, una situación en la que la producción no alcanza a cubrir las necesidades alimentarias mínimas de las familias. Las consecuencias son graves, con riesgos de inseguridad alimentaria y malnutrición, especialmente entre los niños.
Entre los factores que agravan este problema se encuentran la baja productividad de los cultivos, la falta de acceso a semillas, fertilizantes y recursos básicos como agua para riego, así como los efectos de condiciones climáticas adversas. Esta situación exige una intervención urgente para mejorar las condiciones de vida en estas comunidades.
Hoy entregamos el #BonoCampesino en su modalidad de autoconsumo, para beneficiar a agricultores familiares de #Quetzaltenango y #SanMarcos. pic.twitter.com/IwDvXw8ZDF
— MAGA Guatemala (@MagaGuatemala) December 18, 2024
La respuesta del MAGA: innovación y asistencia técnica
Consciente de los desafíos que enfrentan las familias rurales, el MAGA, a través de la Dirección de Coordinación Regional y Extensión Rural (Dicorer), ha implementado programas destinados a brindar asistencia técnica y educación no formal. Estos esfuerzos buscan empoderar a las comunidades rurales para que adopten tecnologías e innovaciones que les permitan incrementar la productividad y mejorar su calidad de vida.
El objetivo principal es que estas familias no solo logren cubrir sus necesidades básicas, sino que también generen excedentes que puedan ser comercializados. Esto representa una oportunidad para romper el ciclo de pobreza y avanzar hacia un desarrollo integral sostenible.
Un camino hacia el desarrollo integral
El trabajo del MAGA tiene como propósito ayudar a las familias rurales a superar las condiciones de infrasubsistencia. Al fomentar prácticas agrícolas más eficientes y sostenibles se espera que las comunidades puedan garantizar su seguridad alimentaria, mejorar su calidad de vida y contribuir al desarrollo económico del país.
A través de estos esfuerzos se busca construir un futuro en el que ninguna familia tenga que enfrentarse a la incertidumbre de no saber si podrá llevar alimento a su mesa.
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