Escuintla, 5 nov (AGN).- El día de hoy, el ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, junto al director general del Sistema Penitenciario, Sergio Vela, hicieron entrega al presidente Bernardo Arévalo el renovado Centro de Detención de Máxima Seguridad para Hombres, ahora conocido como Renovación 1, que anteriormente era conocido como El Infiernito.
Con esta intervención, las autoridades han dado un paso importante para transformar este espacio en un verdadero centro de privación de libertad, con medidas estrictas para el control de los reclusos.
Un cambio necesario para retomar el control
Aunque la renovación pudo parecer un proceso largo para algunos, las autoridades consideran que el tiempo invertido fue crucial para asegurar que el centro cumpla con los estándares de seguridad requeridos. Esta transformación responde a la necesidad de recuperar el control total del recinto, el cual se había convertido en un espacio con numerosas comodidades que no reflejaban el propósito de un centro de detención de alta seguridad.
Antes de la intervención, las instalaciones contaban con elementos impropios para un centro de reclusión de esta categoría. Los privados de libertad tenían acceso a lujos como aire acondicionado, una piscina, criaderos de tilapias y hasta especies de fauna exótica. Estas facilidades ya no forman parte del centro tras la renovación, en un esfuerzo por eliminar cualquier privilegio que favorezca a los internos y garantizar un ambiente acorde con la privación de libertad.
Nuevas medidas de seguridad
Entre las innovaciones implementadas, las celdas ahora carecen de tomacorrientes, evitando que los reclusos puedan conectar dispositivos electrónicos. Además, se realizó una separación completa entre las áreas administrativas y las carceletas, lo que fortalece la seguridad interna y evita interacciones innecesarias entre personal y reclusos. Además, se ha instalado un bloqueador de señal que impide a los internos el acceso a cualquier comunicación exterior, cortando así cualquier posible vínculo o coordinación con actividades externas que afecten la seguridad pública.
Con esta renovación, el Gobierno reafirma su compromiso de fortalecer el sistema penitenciario y erradicar las condiciones de privilegio que se habían infiltrado en centros como El Infiernito. La transformación del centro Renovación 1 es una medida que apunta a establecer un ambiente adecuado para el cumplimiento de las penas, reforzando el principio de justicia en el sistema penal del país.
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