Ciudad de Guatemala, 10 oct. (AGN).– En un operativo desarrollado en el kilómetro 34 de la ruta al Pacífico, en San Vicente Pacaya, Escuintla, las autoridades guatemaltecas detuvieron a dos presuntos traficantes de personas. Los individuos fueron identificados como Víctor N, de 57 años, y Héctor N, de 21.
Ambos se desempeñaban como piloto y ayudante de un autobús que transportaba a un grupo de 54 personas que ingresaron al país de manera irregular.
Migrantes de diferentes países
Entre los migrantes viajaban personas procedentes de diversas naciones. Según el informe oficial, los pasajeros del autobús incluían ciudadanos de Venezuela, Brasil, Haití, Perú y Sierra Leona. Cabe destacar que 15 de los 54 migrantes eran menores de edad, lo que subraya la vulnerabilidad de muchos de los involucrados en estos peligrosos viajes.
Agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) intervinieron en el operativo, brindando atención humanitaria. La Policía destacó que, además de garantizar la seguridad de las personas, se tomaron medidas para asegurar que recibieran el cuidado necesario. Posteriormente, fueron trasladados en autobuses de la misma institución hacia el Instituto Guatemalteco de Migración, donde se iniciaron los trámites para su situación migratoria.
Detenidos a disposición de la justicia
Los dos detenidos fueron puestos a disposición de un juzgado local, donde enfrentarán cargos relacionados con el tráfico ilícito de personas. El tráfico de migrantes es un problema creciente en Guatemala, un país que a menudo se convierte en una ruta de tránsito para aquellos que buscan llegar a los Estados Unidos.
donde trasladaban a 54 personas, entre ellos 15 menores de edad, procedentes de Venezuela, Brasil, Haití, Perú y Sierra Leona que ingresaron al país de manera irregular. Los agentes les brindaron la atención humana necesaria y fueron trasladados al IGM. pic.twitter.com/yP1Gpro5U1
— PNC de Guatemala (@PNCdeGuatemala) October 10, 2024
Riesgos de la migración irregular
La migración irregular conlleva una serie de riesgos significativos, tanto para los adultos como para los menores que participan en estos peligrosos viajes. Las personas que optan por migrar sin los documentos necesarios o a través de rutas ilegales, como es el caso de quienes confían en traficantes o coyotes, se exponen a diversas formas de explotación, maltrato y situaciones de vida o muerte.
Una de las principales amenazas para los migrantes irregulares es la exposición a ambientes peligrosos. Las rutas utilizadas suelen incluir cruces a través de terrenos inhóspitos, desiertos, selvas o ríos, donde las condiciones climáticas extremas representan una amenaza constante. A menudo, estos trayectos se realizan sin el acceso adecuado a agua, alimentos o refugio. En el caso de los menores, estas dificultades son aún más graves, ya que su resistencia física y emocional es mucho menor que la de los adultos.
Otro riesgo importante es la posibilidad de caer en manos de redes criminales que se dedican al tráfico o la trata de personas. Los menores de edad son especialmente vulnerables a la trata con fines de explotación laboral, sexual o incluso para el tráfico de órganos.
Barreras legales
Una vez llegan a su destino, los migrantes irregulares enfrentan barreras legales significativas para acceder a servicios básicos como atención médica, educación o asistencia social. Además, su estatus migratorio irregular los deja en una situación de constante incertidumbre, sin garantías legales y expuestos a posibles deportaciones o detenciones.
Las autoridades han intensificado los esfuerzos para combatir este tipo de delitos, aunque la magnitud del fenómeno migratorio sigue representando un reto considerable.
Estos operativos resaltan la colaboración entre las fuerzas de seguridad y las instituciones migratorias para frenar el tráfico ilegal de personas, así como para garantizar el respeto de los derechos humanos de los migrantes.
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