Ciudad de Guatemala, 9 ago (AGN).- Durante la segunda reunión del Consejo Nacional del Cambio Climático, la ministra de Ambiente y Recursos Naturales, Patricia Orantes, hizo un anuncio importante: la creación del Gabinete Específico del Agua. Esta medida surge en respuesta a la creciente crisis hídrica que afecta al país, una problemática que se agrava por la ausencia de una ley integral del agua.
La ministra Orantes destacó la carencia de una legislación adecuada en materia de recursos hídricos, calificando esta falta como una deuda con la Constitución. Según la funcionaria, la inexistencia de una ley del agua impide la creación de una autoridad competente para la gestión de este recurso vital. Esta situación ha generado un desorden generalizado en la administración del agua, lo que ha derivado en numerosos conflictos debido a la creciente escasez.
Orantes explicó:
Sin una ley del agua, no tenemos una autoridad clara que regule su uso y distribución.
Esta realidad refleja un grave problema, ya que sin una regulación efectiva, la gestión del agua se torna caótica, incrementando la competencia entre diferentes sectores que dependen de este recurso.
Iniciamos nuestra ruta de trabajo hacia la #COP29 🤩 destacando las oportunidades hacia metas climáticas que permitan facilitar la toma de decisiones y adopción de posturas en torno a temas prioritarios en la agenda de cambio climático del país. ✨🌿 pic.twitter.com/0c8hAOXHxr
— Ministerio Ambiente y Recursos Naturales (@marnguate) August 9, 2024
Coordinación interinstitucional
Ante esta problemática, el Gobierno ha decidido conformar el Gabinete Específico del Agua. Esta nueva instancia tendrá como objetivo principal reunir a todas las instituciones que necesitan del recurso hídrico para sus operaciones, entre ellas, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), que requiere agua para el riego, y el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), que depende del acceso al agua limpia.
La ministra Orantes subrayó que aunque este gabinete no reemplaza la necesidad de una ley del agua, sí representa un primer paso hacia una gestión más coordinada.
Ella puntualizó:
Este gabinete permitirá que las instituciones puedan comenzar a trabajar de manera conjunta, lo que es un avance significativo, aunque insuficiente sin la legislación adecuada..
Historia de un proyecto estancado
La intención de aprobar una ley integral del agua no es nueva. De hecho, ha estado en discusión desde 1978, cuando se propuso por primera vez.
Durante la legislatura del gobierno de Jorge Serrano Elías (1991-93) se retomó. Desde entonces, diversos intentos por regular el uso del agua han fracasado, y la situación actual refleja las consecuencias de esta inacción.
Uno de los esfuerzos más recientes ocurrió en 2016, cuando se presentó una iniciativa de ley que buscaba el manejo integral, sostenible y eficiente del recurso hídrico en Guatemala. Esta propuesta, identificada con el número 5161, fue conocida por el pleno del Organismo Legislativo en noviembre de ese año. Sin embargo, a pesar de su importancia, la iniciativa sigue archivada en el Congreso, sin haber recibido el dictamen necesario por parte de la Comisión de Ambiente, Ecología y Recursos Naturales.
Nuevos intentos, mismos resultados
La falta de avances legislativos no se detuvo en 2016. En 2022, se realizó un nuevo intento para aprobar una ley del agua, pero nuevamente, la propuesta quedó estancada en el Congreso de la República. Esta situación ha generado frustración en diversos sectores, que ven cómo la crisis hídrica se agrava año tras año sin una respuesta efectiva por parte de las autoridades.
La ausencia de una ley del agua ha tenido consecuencias directas sobre la población y el medio ambiente. La falta de una autoridad reguladora ha permitido que el uso y distribución del agua se realicen de manera desordenada, lo que ha generado conflictos entre comunidades, sectores industriales y agrícolas. Además, la sobreexplotación de los recursos hídricos está llevando a una disminución alarmante de las fuentes de agua en varias regiones del país.
Este desorden también ha afectado la calidad del agua disponible. Sin regulaciones claras, muchas fuentes hídricas se encuentran contaminadas, lo que pone en riesgo la salud de las comunidades que dependen de ellas. El caso del Ministerio de Salud, que necesita agua limpia para garantizar el bienestar de la población, es un claro ejemplo de cómo la falta de regulación afecta directamente a los servicios esenciales.
El futuro de la gestión del agua en Guatemala
Con la creación del Gabinete Específico del Agua, el Gobierno espera comenzar a mitigar algunos de estos problemas. La coordinación interinstitucional que propone este nuevo gabinete podría ofrecer una respuesta temporal a la crisis, facilitando la gestión de un recurso cada vez más escaso y disputado.
Lea también:
Presidente Bernardo Arévalo lidera reunión del Consejo Nacional del Cambio Climático
lr/