Ciudad de Guatemala, 2 Jul. (AGN).– En la historia reciente de Guatemala, el penal Canadá, la prisión de alta seguridad conocida como El Infiernito, ubicada en Escuintla, ha sido testigo silente del pasado. Antes de la firma de los acuerdos de paz en diciembre de 1996, que pusieron fin a un conflicto armado interno de 36 años, la última ejecución por fusilamiento en esta prisión tuvo lugar el 13 de septiembre de 1996.
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— AGN (@AGN_noticias) June 26, 2024
El primer fusilamiento
La práctica del fusilamiento en Guatemala tiene sus raíces en el siglo XIX. El primer fusilamiento registrado ocurrió en 1840, bajo la presidencia del general Rafael Carrera. En ese año, Roberto Molina, alcalde de Quetzaltenango, junto con sus concejales, fueron enviados al paredón. Este hecho marcó el inicio de una serie de ejecuciones que se extenderían a lo largo de la historia del país.
Durante el gobierno de Jorge Ubico (1931-1944), la represión se intensificó. Ubico implementó políticas severas para mantener el control, incluyendo la ley fuga y el fusilamiento. Las cárceles se llenaron tanto de criminales comunes como de presos políticos.
Las ejecuciones no cesaron con el final del gobierno de Ubico. En los regímenes militares subsecuentes, especialmente durante el régimen de facto de Efraín Ríos Montt, el fusilamiento se aplicó con frecuencia. Los polémicos Tribunales de Fuero Especial, establecidos durante el gobierno de Ríos Montt, condenaron a muerte a 15 personas, consolidando el fusilamiento como un método de ejecución estatal.
El último fusilamiento
El 13 de septiembre de 1996, el país fue testigo de la última ejecución por fusilamiento, un evento transmitido en directo por los medios de comunicación. Este fusilamiento marcó el fin de una era y propició un cambio en el método de ejecución.
Ante la creciente presión internacional y el deseo de dar un trato más humano a los condenados, las autoridades guatemaltecas reformaron el decreto 234 del Congreso en 1997. Este cambio legislativo sustituyó el fusilamiento por la inyección letal. El 29 de julio de 1997 se inauguró el Módulo Letal, diseñado específicamente para llevar a cabo este nuevo tipo de ejecución.
Ejecuciones por inyección letal
El 10 de febrero de 1998, Manuel Martínez Coronado fue el primero en ser ejecutado por inyección letal, condenado por la masacre de una familia. Este nuevo método de ejecución fue visto como una mejora respecto al fusilamiento, aunque no sin controversia.
Las últimas ejecuciones en Guatemala ocurrieron el 29 de junio de 2000, cuando dos secuestradores fueron ejecutados por inyección letal.
El Infiernito, entró en un proceso de recuperación el pasado 2 de junio, en donde el gobierno del Presidente Bernardo Arévalo busca retomar el control. Se espera que con los cambios que se están realizando el centro carcelario pueda ser un modelo de rehabilitación.
El 22 de noviembre de 1969 se firma la Convención Americana sobre Derechos Humanos más conocida como Pacto de San José. Guatemala fue uno de los suscriptores de dicho acuerdo.
Y el 26 de octubre de 2017 la Corte de Constitucionalidad de Guatemala declaró inconstitucional la ejecución de la pena capital.
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