Ciudad de Guatemala, 12 jun (AGN).- El secretario de Bienestar Social, Marvin Rabanales, cerró el espacio de conferencias en el segundo Congreso Regional Penitenciario, abordando el tema Centros de detención juvenil: Una oportunidad de vida o muerte.
Rabanales recordó que en su juventud, en 1983 y 1984, los breakers de la Plaza Vivar, en la zona 1 del Centro Histórico de Guatemala, se convirtieron en noticia. Estos grupos de jóvenes, que se reunían alrededor de una grabadora para bailar break dance, fueron parte de su adolescencia. Aunque en ese entonces perseguir a estos jóvenes era visto como una aventura, Rabanales reflexiona ahora sobre la falta de conocimiento y comprensión de esos tiempos.
Durante aquellos años, Guatemala atravesaba un contexto político complicado, incluyendo un golpe de Estado en 1982. Algunos grupos juveniles, como la mara 33, fueron manipulados para generar inestabilidad y conflicto social. Rabanales explicó cómo esta manipulación política contribuyó al crecimiento de conglomerados juveniles que hoy son difíciles de controlar.
A medida que Rabanales maduró y entró en la universidad, comenzó a observar el creciente fenómeno de la deportación. Muchos jóvenes que habían adquirido una identidad en otros países regresaron a Guatemala, fortaleciendo los grupos locales. Rabanales trabajó en la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia de la República desde 1989 y conoció de cerca la realidad de los centros de detención juvenil.
Inicia el tercer día del Congreso Regional Penitenciario, donde se realizarán las últimas conferencias y los diferentes países darán a conocer el funcionamiento del Sistema Penitenciario pic.twitter.com/FBCMvpaklW
— Lincy Rodriguez (@LincyRodriguezg) June 12, 2024
Evolución del sistema penitenciario juvenil
Durante sus primeros años de trabajo, Rabanales observó que los niveles de violencia y agresividad de los jóvenes en el sistema eran mucho menores en comparación con los actuales. El sistema de aquel entonces no captaba a los jóvenes de la misma manera que lo hace hoy.
Ahora, al frente de la SBS, Rabanales se desmarca de su rol oficial para hablar desde la perspectiva de un aprendiz de jurista, psicólogo y sociólogo, enfocado en la criminología. Su participación se tituló como una encrucijada en la que se encuentran muchos de estos jóvenes: ahora o nunca, vida o muerte.
Rabanales utilizó la metáfora de una carrera de resistencia para describir el proceso de rehabilitación de los jóvenes en conflicto con la ley. Este proceso requiere preparación, disciplina y acompañamiento, y no todos los jóvenes logran llegar al final. La misión de la SBS es actuar como un medio a través del cual el Estado de Guatemala cumple su obligación de proteger y garantizar los derechos de estos jóvenes, para ayudarlos a ganar la carrera.
Reinserción por encima de la venganza
La Constitución Política de Guatemala, vigente desde 1986, establece la primacía de la persona como sujeto y fin, no como medio. Este principio guía la organización del Estado para proteger a todos, incluidos los visitantes. Bajo este principio, Rabanales subrayó que es esencial tener un fundamento legal sólido para defender el modelo de rehabilitación juvenil frente a las amenazas políticas y mediáticas que buscan respuestas punitivas.
El imaginario colectivo no favorece a los jóvenes en conflicto con la ley, y la sociedad no suele mostrar interés en sus prisiones o su rehabilitación. Sin una sólida base legal y doctrinal, es fácil caer en la tentación de respuestas punitivas. Rabanales argumenta que la respuesta del Estado debe ser educativa, no punitiva, enfocándose en la reinserción y no en la venganza pública.
Un modelo diferente
La Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, existente desde 2003, regula el proceso de responsabilidad penal de los adolescentes. Esta ley, resultado de 13 años de debate, refleja un cambio paradigmático hacia un enfoque de protección integral. Rabanales destacó que el sistema debe ofrecer una respuesta diferenciada y especializada a los adolescentes que cometen delitos.
La SBS es responsable de la ejecución de medidas socioeducativas impuestas por los jueces, desde la prestación de servicios comunitarios hasta la privación de libertad. El objetivo es la reinserción y resocialización de los jóvenes. Sin embargo, esto requiere recursos humanos y económicos significativos, así como un personal especializado y en constante formación.
Rabanales reconoció los numerosos desafíos que enfrenta la SBS, desde un presupuesto limitado hasta la resistencia social a trabajar con jóvenes vinculados a pandillas. A pesar de estos obstáculos, la dedicación de los equipos de trabajo permite avanzar en la tarea de reinserción. Es importante contar con modelos acreditados y personal capacitado para seguir y acompañar a los jóvenes en su reintegración a la sociedad.
Rabanales concluyó destacando la importancia de aceptar la vida de estos jóvenes mientras están bajo la tutela del sistema, para evitar que se conviertan en parte del sistema penitenciario de adultos o en estadísticas de muertes violentas.
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