Ciudad de Guatemala, 25 dic (AGN).- El papa Francisco pidió a los gobernantes del continente americano que se ocupen de resolver las desigualdades y a que afronten el doloroso fenómeno de las migraciones, en el mensaje de Navidad leído desde el balcón de la fachada de San Pedro antes de la bendición utbi et orbi (a la ciudad y al mundo).
En este mensaje en que tradicionalmente pide la paz para los diferentes conflictos del mundo, el Papa expresó:
El Hijo de Dios, que se hizo un Niño humilde, inspire a las autoridades políticas y a todas las personas de buena voluntad del continente americano, para hallar soluciones idóneas que lleven a superar las disensiones sociales y políticas. A luchar contra las formas de pobreza que ofenden la dignidad de las personas, a resolver las desigualdades y a afrontar el doloroso fenómeno de las migraciones.
Decir “sí” al Príncipe de la paz significa decir “no” a la guerra, a toda guerra, a la misma lógica de la guerra, un viaje sin meta, una derrota sin vencedores, una locura sin excusas. Pero para decir “no” a la guerra es necesario decir “no” a las armas.https://t.co/vTjVXQMAl8
— Papa Francisco (@Pontifex_es) December 25, 2023
Critica armamentismo
Francisco también criticó en duros términos el gasto de fondos públicos en armamento y afirmó que la gente ignora cuánto se destina a ello y ¡sin embargo, deberían saberlo! Por esa razón, pidió la paz para los diferentes conflictos en el mundo, comenzando con la guerra en Gaza.
El mensaje de Navidad del Papa, leído desde el balcón de la logia central de la fachada de la basílica de San Pedro, se convirtió en un verdadero alegato contra los fabricantes de armas;
Pero para decir no a la guerra es necesario decir no a las armas. Porque si el hombre, cuyo corazón es inestable y está herido, encuentra instrumentos de muerte entre sus manos, antes o después los usará. ¿Y cómo se puede hablar de paz si la producción, la venta y el comercio de armas aumentan?
Cuestionó el obispo de Roma.
Asimismo, lamentó las muchas masacres debidas a las armas, que ocurren en un silencio ensordecedor, a escondidas de todos y aseguró: La gente, que no quiere armas sino pan, que le cuesta seguir adelante y pide paz, ignora cuántos fondos públicos se destinan a los armamentos. ¡Y, sin embargo, deberían saberlo!
Igualmente, el llamamiento del Papa en su mensaje de Navidad fue:
Que se hable sobre esto, que se escriba sobre esto, para que se conozcan los intereses y los beneficios que mueven los hilos de las guerras, fue.
Solución para Palestina
En este mensaje, en el que el papa Francisco tradicionalmente enumera los conflictos del mundo, empezó recordando la situación en Gaza y pidió que la paz llegue en Israel y Palestina, donde la guerra sacude la vida de esas poblaciones.
También aseguró que lleva en el corazón el dolor por las víctimas del execrable ataque del pasado 7 de octubre, aunque no citó a los islamistas de Hamás y renovó su llamamiento para la liberación de quienes aún están retenidos como rehenes.
Asimismo, continuó:
Suplico que cesen las operaciones militares, con sus dramáticas consecuencias de víctimas civiles inocentes, y que se remedie la desesperada situación humanitaria permitiendo la llegada de ayuda.
Por otra parte, instó:
Pue no se siga alimentando la violencia y el odio, sino que se encuentre una solución a la cuestión palestina, por medio de un diálogo sincero y perseverante entre las partes, sostenido por una fuerte voluntad política y el apoyo de la comunidad internacional.
Paz para Ucrania y otros países en guerra
También imploró la paz para Ucrania, en Siria, en Yemen y pidió la estabilidad social y política para el pueblo libanés.
Invocó la paz definitiva entre Armenia y Azerbaiyán y que favorezca el regreso de los desplazados a sus hogares. También pidió no olvidar las tensiones y los conflictos que perturban a las regiones del Sahel, el Cuerno de África y Sudán, como también a Camerún, la República Democrática del Congo y Sudán del Sur.
Y prosiguió: que llegue el día en el que se consoliden los vínculos fraternos en la península coreana, abriendo vías de diálogo y reconciliación.
También pidió que seamos la voz de los que no tienen voz: los inocentes, muertos por falta de agua y de pan; voz de los que no logran encontrar trabajo o lo han perdido; voz de los que se ven obligados a huir de la propia patria en busca de un futuro mejor, arriesgando la vida en viajes extenuantes y a merced de traficantes sin escrúpulos.
Para concluir expresó:
Que este período de preparación sea ocasión para convertir el corazón; para decir no a la guerra y sí a la paz.
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