Redacción Ciencia, 18 may (EFE).- La costumbre del beso romántico era una práctica establecida en las primeras sociedades mesopotámicas hace 4 mil 500 años.
Lo anterior, según un nuevo artículo basado en diversas fuentes escritas, que también analiza su posible papel en la transmisión de algunas enfermedades.
Los autores del artículo son Troels Pank Arboll, de la Universidad de Copenhaguen, y Sophie Lund, de la de Oxford.
Ellos indican que, aunque la tradición del beso probablemente es más antigua, las pruebas documentales la sitúan unos mil años antes de lo que hasta ahora reconocía la comunidad científica.
El artículo destaca que hay un cuerpo de evidencia pasada por alto de besos romántico-sexuales. Estos estarían presentes en antiguos textos mesopotámicos del 2,500 años a.de C.
Los hipopótamos técnicamente no pueden nadar. Sin embargo, la combinación perfecta de flotabilidad y densidad ósea les permite "volar" por el agua a velocidades de hasta 8 km/h. pic.twitter.com/2XPg03l8Uk
— Enséñame de Ciencia (@EnsedeCiencia) May 19, 2023
Evidencias
En la antigua Mesopotamia, entre los ríos Éufrates y Tigris, en los actuales Irak y Siria, la gente escribió en escritura cuneiforme en tablillas de arcilla.
Miles de estas tablillas de arcilla han sobrevivido y contienen ejemplos de que besar era considerado parte de la intimidad romántica en la antigüedad.
También podría ser parte de las amistades y las relaciones de los miembros de la familia, explica Arbøll.
Sin embargo, besarse no debe verse como una costumbre que se originó solo en una única región, parece haber sido una práctica en muchas culturas antiguas a lo largo de varios milenios.
Cómo elegir el mejor plátano 🍌😋 pic.twitter.com/TY62wB6v4h
— Más Ciencia (@MsCiencia2) May 17, 2023
Factor de transmisión
En cuanto a su papel en la evolución y propagación de enfermedades de transmisión oral como el virus del herpes simple 1 (HSV-1), creen que no puede considerarse como un desencadenante biológico repentino, como algunas investigaciones han sugerido.
Más allá de su importancia para el comportamiento social y sexual, la aparición y el acto del beso romántico puede haber tenido un efecto secundario e involuntario en la transmisión de la enfermedad, según el artículo, que publica Science.
Investigaciones paleogenómicas recientes demostraron que los patógenos comunes transmisibles mediante besos actuales, entre ellos el VHS-1, el virus de Epstein-Barr y el parvovirus humano B19, estuvieron presentes en períodos históricos antiguos e incluso prehistóricos.
Desde ahora celebramos el #DíaMundialDeLasAbejas, excelentes polinizadores que cumplen una enorme labor ecosistémica. Contribuyen a la reproducción de las plantas, y los cultivos para la alimentación.
🔸 Cuidemos las abejas, y así cuidamos la vida en el planeta 🐝🌻 🇨🇺#Cuba pic.twitter.com/n13oCN3N0n— Cultivar Conciencia (@CultivaCiencia) May 19, 2023
Arbøll y Rasmussen revisaron ADN antiguo, obras de arte culturales y registros médicos antiguos.
Ello, para mostrar que la presencia de enfermedades transmitidas por besos puede ser más antigua y generalizada de lo que algunos estudios han sugerido.
Parece poco probable que los besos hayan surgido como una adaptación conductual en otras sociedades contemporáneas, acelerando inadvertidamente la transmisión de la enfermedad, afirman los autores, citados por la Universidad de Copenhague.
Los seres humanos generalmente exhiben dos tipos de besos: el beso amistoso de los padres y el romántico-sexual, recuerdan los investigadores.
El primero es un comportamiento omnipresente entre los humanos a lo largo del tiempo y la geografía.
El segundo no es culturalmente universal, sino que tiende a producirse en sociedades estratificadas.
Puede interesarle:
Reiteran importancia de tomar acciones para prevenir la viruela símica