Redacción Ciencia, 21 abr (EFE).- Situaciones estresantes, como una cirugía de urgencia o sufrir COVID-19 grave, aceleran la edad biológica, en humanos y en ratones. Pero esa situación se revierte cuando la situación se ha superado, según un estudio que publicó la revista Cell Metabolism.
Estos cambios se producen en períodos de tiempo relativamente cortos, de días o meses. Esto lo comprobó un equipo, coordinado por las universidades de Harvard y Duke, que usaron diversos relojes epigenéticos de envejecimiento.
Aunque tradicionalmente se ha creído que la edad biológica de los organismos aumenta de forma constante a lo largo de la vida, ahora está claro que no está vinculada de forma indeleble a la edad cronológica.
Los individuos pueden ser biológicamente mayores o menores de lo que implica su edad cronológica.
Cada vez hay más pruebas en modelos animales y humanos de que esta puede verse influida por enfermedades, tratamientos farmacológicos, cambios en el estilo de vida o exposiciones ambientales.
Este hallazgo de una edad fluida, fluctuante y maleable pone en tela de juicio la antigua concepción de una trayectoria ascendente unidireccional de la edad biológica a lo largo de la vida, afirmó James White, uno de los firmantes de la investigación.
Relojes epigenéticos
Estudios anteriores apuntaban la posibilidad de fluctuaciones a corto plazo en la edad biológica. Sin embargo, no se había estudiado si esos cambios eran reversibles y los factores desencadenantes.
El equipo usó relojes epigenéticos (análisis moleculares para cuantificar con bastante precisión el envejecimiento) de la metilación del ADN. Esta es una reacción química del cuerpo por la que se van uniendo pequeñas moléculas de metilio al ADN, lo que pude cambiar la forma en que los genes se activan o no.
Los relojes usados fueron creados a partir de la observación de que los niveles de metilación de diversos lugares del genoma cambian de forma predecible a lo largo de la edad cronológica.
Con esta técnica, los investigadores midieron los cambios en la edad biológica de humanos y ratones en respuesta a diversos estímulos estresantes.
En el caso de los ratones, se unieron a parejas de animales de 3 y 20 meses de edad en un procedimiento conocido como parabiosis heterocrónica, que une quirúrgicamente las circulaciones sanguíneas de ambos.
Los resultados revelaron que la edad biológica puede aumentar durante periodos de tiempo relativamente cortos en respuesta al estrés, pero este aumento es transitorio y tiende a volver a la línea de base tras la recuperación del estrés.
Hipótesis
El equipo planteó la hipótesis de que otras situaciones naturales también pudieran desencadenar cambios reversibles en la edad biológica.
Así, observaron que en humanos y en ratones también se producían cambios transitorios durante una cirugía mayor, el embarazo y COVID-19 grave.
Aunque el estudio pone de relieve un aspecto hasta ahora poco apreciado de la naturaleza del envejecimiento biológico, los investigadores reconocieron algunas limitaciones en su capacidad para sondear las conexiones entre las fluctuaciones a corto plazo de la edad biológica y las trayectorias de envejecimiento biológico a lo largo de la vida.
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