Río de Janeiro, 7 mar (EFE).- Las autoridades de la ciudad brasileña de Río de Janeiro decidieron este lunes levantar la obligatoriedad de la mascarilla en espacios cerrados, ante la menor incidencia de la pandemia de coronavirus.
Se trata de la primera capital regional brasileña que flexibiliza el uso de tapabocas en lugares cerrados.
La medida entrará en vigor este martes, cuando será publicada en el Diario Oficial del municipio, según informó el alcalde de Río, Eduardo Paes, en sus redes sociales.
La liberación de las mascarillas en ambientes cerrados llega cuatro meses después de que se decretase el fin de su uso obligatorio en las calles de la urbe, lo que estaba vigente desde abril de 2020.
Además, Paes señaló en su perfil oficial de Twitter que en tres semanas pretenden acabar con el comprobante de vacunación anti-COVID.
La decisión fue tomada tras una reunión con el comité científico que asesora a los gestores municipales de Río sobre cómo enfrentar el COVID-19, que ya ha matado en todo Brasil a más de 652 mil personas de entre cerca de 30 millones de positivos.
Solo en la capital fluminense, que tiene unos 6.7 millones de habitantes, se han registrado unos 920 mil infectados y 36 mil 264 decesos relacionados con la enfermedad desde el inicio de la pandemia, según el último balance oficial.
Cumprindo as determinações do Comitê Científico amanhã sai decreto acabando com a obrigatoriedade de máscaras em espaços abertos e fechados. Com um esforço para vacinar aqueles que podem tomar dose de reforço, em 3 semanas acabamos tb com o passaporte. https://t.co/U9pqIspFMF
— Eduardo Paes (@eduardopaes) March 7, 2022
Desde mediados de febrero, el número de infectados ha caído de forma brusca y mantiene aún hoy una tendencia descendente en todo el país, después de los récords registrados en las primeras semanas del año, en medio de la expansión de la variante ómicron del virus.
Además de Río de Janeiro
Otras regiones del país poco a poco flexibilizan el uso de la mascarilla, como el Distrito Federal de Brasilia, donde desde el viernes pasado ya no es obligatorio su uso en la calle.
Sao Paulo, el estado del país más poblado y también el más azotado por el coronavirus, pretende seguir los pasos de la capital brasileña y liberar las mascarillas solo en ambientes externos, también bajo el argumento de que la pandemia empieza a estar bajo control.
Los especialistas epidemiológicos atribuyen esa mejoría de los indicadores COVID a la buena acogida de la campaña de vacunación, que ha permitido que un 73 % de los 213 millones de brasileños tenga la pauta completa y alrededor de un 30 % esté ya con la dosis de refuerzo.
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fm/ir