Quiché, 17 feb (AGN).- Para dar seguimiento al trabajo que busca solucionar los conflictos territoriales que desde 1984 enfrentan a pobladores de Chicamán y Uspantán, el gobernador de Quiché, Otto Ervin Macz, reactivó una mesa de diálogo.
En la instancia participan el Instituto Geográfico Nacional, Comisión Presidencial por la Paz y los Derechos Humanos (Copadeh), Policía Nacional Civil y Procuraduría de los Derechos Humanos.
Autoridades de estas instituciones se reunieron con representantes de los habitantes y, entre otros aspectos, acordaron la delimitación territorial de ambos municipios. La diligencia se realizará en presencia de los representantes de cada comunidad para evitar que familias que viven en el sector sean afectadas.
Personal de Copadeh que ha mediado en el conflicto indicó que se ha establecido que son 13 las comunidades que no tienen certeza jurídica.
En contexto
La pugna entre las jurisdicciones suma ya 38 años, cuando se desmembró el territorio de Chicamán de Uspantán, pero no existen límites físicos entre ambos municipios.
En busca de certeza jurídica, habitantes de las 13 comunidades afectadas han tomado diversas medidas, incluidas el bloqueo de la carretera. La intervención de la gobernación departamental permitió que estas acciones cesaran y se estableciera una mesa de diálogo.
Ante esa instancia, los líderes comunitarios explicaron que con la emisión de un acuerdo gubernativo en enero de 1984 se tomó una fracción de Uspantán para crear el municipio de Chicamán. Esta situación ha desencadenado enfrentamientos, pues, según indicaron, con esa medida se tomaron tierras de los vecinos de forma ilegal.
Pedimos a las autoridades que declaren la pertenencia de las 13 comunidades a donde corresponde históricamente, manifestaron.
Las autoridades, por su parte, externaron su buena voluntad por resolver el conflicto y llamaron a los vecinos a mantener el diálogo. Estos agradecieron el gesto y se comprometieron a respetar el proceso.
Por Kenet Hérincx
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