Kobe (Japón), oct (EFE).- Japón ha completado las primeras pruebas de transporte de hidrógeno licuado por vía marítima del mundo, en el marco de un ambicioso proyecto con el que aspira a comercializar en la próxima década una cadena de suministro de esa fuente energética.
La base de operaciones del proyecto, que ha llamado la atención por su escala, inédita hasta ahora, está en una isla artificial situada cerca del aeropuerto de la ciudad japonesa de Kobe, en el oeste del archipiélago, donde se encuentra el atraque del Suiso Frontier, el primer carguero de hidrógeno licuado del mundo.
La iniciativa cuenta con el apoyo de los Gobiernos de Japón y Australia y está liderada por un consorcio de siete empresas niponas con Kawasaki Heavy Industries al frente, que busca replicar con el hidrógeno su éxito como constructor de cargueros de gas natural licuado.
Creo que el hidrógeno líquido jugará un papel muy importante a medida que nos dirigimos a la neutralidad de carbono, dice Motohiko Nishimura, director general adjunto de la División de Estrategia de Hidrógeno de Kawasaki Heavy Industries.
Japón está entre los Gobiernos que han incluido al hidrógeno en su estrategia energética para reducir las emisiones contaminantes. El país espera que este gas, que no emite dióxido de carbono cuando se quema, represente en torno al 1 % de la generación energética del territorio para 2030 y aumente en años posteriores.
Abordar la producción contaminante
El hidrógeno se emplea desde hace tiempo como combustible en la industria aeroespacial. Sus usos principales son el refinamiento de petróleo y la producción de químicos, mientras que su demanda en sectores generalistas como el transporte o la generación energética sigue siendo limitada, entre otros motivos por sus implicaciones ecológicas.
Hay muchas formas de producir hidrógeno, pero las más extendidas son a través del carbón o el gas natural, lo que supone que obtener esta fuente de energía limpia implica generar dióxido de carbono (CO2). Cómo capturar, almacenar o gestionar el CO2 sin liberarlo a la atmósfera es un punto muy importante, reconoce Nishimura.
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Uso del hidrógeno
El hidrógeno usado en el proyecto se produce a partir de lignito, un tipo de carbón, extraído en el Valle de Latrobe, en el estado australiano de Victoria (sur). Allí se está utilizando tecnología de captura y almacenamiento de carbono. El CO2 es absorbido por agua, que pasa a ser agua carbonatada que se almacena en un acuífero.
El hidrógeno obtenido allí se licua y se transporta a Japón en el mencionado carguero. Las primeras pruebas de transporte comenzaron en junio y el navío recorrió exitosamente los 9 mil kilómetros de distancia durante 16 días hasta descargar el hidrógeno en Kobe.
Las pruebas seguirán desarrollándose durante 2022 para comprobar la validez y seguridad de la tecnología empleada y estudiar su viabilidad de comercialización, que aspira a comenzar en 2030.
El Suiso Frontier tiene actualmente capacidad para mil 250 metros cúbicos de hidrógeno, pero ya se está trabajando en un carguero de mayores dimensiones que cuente con 4 tanques, en lugar de 1, y permita multiplicar esa cantidad hasta 160 mil metros cúbicos.
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