Ciudad de Guatemala, 18 mar (AGN).- Solamente un 37 % de la población mayor de 15 años tiene acceso a servicios financieros en el país, lo que refleja poca inclusión financiera en comparación con el 100 % en otros países, según los datos del Banco de Guatemala (Banguat).
Los datos de Guatemala quedan muy por debajo del 100 % que tienen los habitantes en Europa, según declaraciones de Álvaro González Ricci, presidente del Banguat.
Como parte de la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera que se impulsará próximamente por el Ministerio de Economía (Mineco) y la Superintendencia de Bancos (Sib), se espera desarrollar un trabajo conjunto con representantes del sector privado y de la banca nacional.
Se espera lograr una mayor inclusión financiera por medio de eventos que fomenten el conocimiento de las personas y jóvenes en edad escolar.
Según el Banco Mundial, la inclusión financiera se refiere al acceso que tienen las personas y las empresas a diversos productos y servicios financieros útiles y asequibles que atienden sus necesidades (transacciones, pagos, ahorro, crédito y seguros) y que se prestan de manera responsable y sostenible.
🌱 Invitamos a entidades financieras a fortalecer sus capacidades y mejorar canales de acceso. Queremos servicios financieros innovadores, digitales y culturalmente pertinentes para #MiPyMEs y emprendedores. La educación financiera es esencial. 💳📲 #InclusiónFinanciera pic.twitter.com/H2akK3TRAW
— Ministerio Economía (@MINECOGT) March 12, 2024
Pilares de la inclusión financiera
Los servicios financieros que se prestan por medio del uso de tecnologías digitales se convirtieron en verdaderos motores de inclusión e innovación con base en estos pilares: pagos, cobros, inversiones, créditos alternativos y seguros.
Qué es la inclusión financiera
Según las definiciones más recientes, la inclusión financiera se define en tres dimensiones: acceso, uso y calidad.
El acceso significa la posibilidad de usar los servicios financieros y los productos de instituciones del sistema financiero formal o la facilidad con la cual los individuos pueden acceder a los servicios y productos financieros disponibles de las instituciones formales.
El uso se refiere a uso efectivo de los productos financieros. Esto tiene que ver con la regularidad y frecuencia del uso, así como el objetivo con el cual se usa el sistema financiero.
Finalmente, la calidad se especifica en términos de las características del acceso y del uso (calidad y efectividad). Incluye una variedad de temas tales como la adaptabilidad del producto a las necesidades del cliente, variedad de servicios financieros, regulación y supervisión de productos, protección del consumidor, entre otros.
Cómo se mide la inclusión financiera
Existen varios conjuntos de indicadores desarrollados y medidos por distintas entidades que buscan medir el nivel de inclusión financiera de una economía.
Los indicadores existentes persiguen, por lo general, medir el acceso y el uso del sistema financiero. Los indicadores de calidad son menos frecuentes. Dentro de los más utilizados y reconocidos indicadores se encuentran:
- Global Financial Inclusion Index (Global FINDEX) del Banco Mundial
- Encuesta de acceso financiero y el Composite Index on Financial Inclusion del FMI
- Análisis del entorno para la inclusión financiera del Microscopio Global y sus indicadores
- Enterprise Survey del Banco Mundial
Objetivos de la inclusión financiera
La visión de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe enfatiza el aspecto productivo de la inclusión financiera tanto a nivel de personas como de empresas. En este sentido, la inclusión financiera se entiende como una política de inserción productiva.
Por una parte, engloba todos los esfuerzos e iniciativas orientados a brindar acceso a los servicios financieros formales a quienes carecen de ellos.
Por otra, mejora y perfecciona el uso del sistema financiero para los agentes, en particular para unidades productivas como las pymes, que ya forman parte del circuito financiero formal.
El proyecto usa este enfoque para el caso de las pequeñas y medianas empresas. La ubicación de las pymes entre las micro y las grandes empresas dificulta su inclusión financiera.
Las microempresas y las grandes empresas se benefician de instituciones financieras especializadas en estos segmentos productivos (microfinanzas y la banca comercial).
Las pymes carecen de servicios y productos financieros que consideren sus especificidades, lo que dificulta su crecimiento y mejoramiento. (Neira Burneo, 2016, p7)
Las mayores barreras
Dentro de los obstáculos que más comúnmente se identifican para la inclusión financiera en América Latina y el Caribe se encuentran:
- La falta de una cultura financiera y de una demanda de productos y servicios financieros empoderada y guiada por una educación financiera formal.
- La oferta débil de productos y servicios financieros, con baja cobertura (en especial en zonas rurales), producto del desconocimiento de las reales necesidades de las poblaciones actualmente excluidas del Sistema Financiero Formal.
- La falta de bancarización y de uso de servicios financieros debido a los costos, distancias y requerimientos de documentación necesarios.
- Falta de infraestructura, instituciones y un marco de desarrollo coordinado para el sistema financiero.
- Otros factores culturales como la exclusión de las mujeres en la economía, la falta de confianza en las instituciones bancarias formales, etc.
Efectos de una mayor inclusión financiera
Los estudios muestran que existe una correlación entre una mayor inclusión financiera y:
- Mayor desarrollo y nivel de vida de la población y una ampliación de los derechos fundamentales
- Un mayor crecimiento económico
- Una mayor estabilidad económica y financiera
- Mayor equidad en términos económicos en la población, un aumento de la prosperidad compartida y del crecimiento económico inclusivo
- Reducción de la pobreza y de la desigualdad producto de los ingresos
- Un aumento de la empleabilidad y la creación de empleos productivos
Riesgos de la inclusión financiera
El sistema financiero de un país es complejo y, si su desarrollo no es planificado, guiado, supervisado y medido adecuadamente, puede tener consecuencias negativas en la economía y el desarrollo.
Por ello, es importante que los Gobiernos y otras entidades se involucren, participen y coordinen en el desarrollo y la implementación de medidas para la inclusión financiera.
Si este factor es mal llevado puede producir inestabilidad financiera y económica.
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