Ciudad de Guatemala, 3 mar. 2024 (AGN).- La literatura también forma parte de la Semana Santa en Guatemala como Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad.
Así, brilla la pluma de Pepe Milla, Luis Cardoza y Aragón, Miguel Ángel Asturias, Teresa Fernández Hall de Arévalo… y muchos más.
En los versos de Teresa Fernández de Arévalo se advierte la palidez del rostro del Yacente del Amor.
Su sangre se ha secado en la frente y conserva el color amarillento del ‘rigor mortis’. Como lirio desmayado, así retrata la escritora el cuerpo de Cristo.
"Guatemala eres mistica y religiosa…"
Afiche de Eventos Católicos para la Cuaresma y Semana Santa 2024 en Guatemala, inspirado en el Pregón 2024.
Nada mejor que disfrutar de un delicioso trozo literario del gran Miguel Ángel Asturias:
La llama del Lunes Santo calcina en el incensario múltiple de la vida, los aromas del Domingo de Ramos. De sus brasas agudas y extenuantes como los ojos de Marta queda la ceniza que tiene la congoja removida del sacrificio próximo.
Día con vacío de fiesta y belleza de flor ajada, afligido como una ofrenda inútil, por tus piedras se oye el paso de Marta que fue y vino sin descanso, hasta preparar la cena que Simón daba en su casa: tu viento está penetrado del sosiego caliente de los cabellos de María que secaron la inquietud del pomo de bálsamo que derramó sobre Jesús…
La costumbre, la sociedad de antaño, la gente y sus apariencias… todo se resume en cuadros o estampas de temporada.
Y acá, una típica estampa de la Semana Santa:
En estos días no ve uno sino disposiciones de marcha. Se encarga la diligencia, se preparan trajes a propósito, se hacen maletas; y empleados, comerciantes, abogados, etc., todos se apresuran a abandonar la capital, la mayor parte sin necesidad y no pocos con la seguridad de que van únicamente a fastidiarse.
Es un zafarrancho general, en que no tomamos parte sino unos pocos poemas que, más apegados que el común de las gentes a nuestros viejos hábitos, hemos hecho propósito de vivir y morir junto a nuestros penates.
Antigua Guatemala
Luis Cardoza y Aragón también retrata la Semana Santa en Guatemala como las líneas de su mano.
Un extracto refleja su forma de ver las tradiciones antigüeñas:
En las procesiones, las mujeres toman parte, casi siempre, como acompañantes de la Virgen, que, en medio de San Juan y la Magdalena, sigue al Hijo, camino del Calvario.
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En la puerta de la iglesia, vestido de cucurucho, tocado con rarísimo casco de cartón y usando unos zapatos desvencijados, me encuentro a Manuel Tuch, peón de nuestras tierras.
Me cuenta que año con año viene de San Pedro las Huertas a Santa Ana, para hacer el trayecto de la procesión. Unas diez horas.
Del Diario de un escribiente, de Manuel José Arce, se extraen estas líneas, que huelen a procesión, incienso y corozo:
Pasa la procesión sobre las alfombras de aserrín o de flores, entre su nube de incienso apasionado, rodeada de una espesa bugambilia de cucuruchos, al compás de la temblorosa marcialidad musical de graves resonancias y estridentes trompetas. Asisto a ella sobrecogido, contagiado un poco por la emoción popular.
La imagen del Carpintero que tallaran manos iluminadas me duele entre las nubes de utilería y el resplandor de los silvines nutridos por acumuladores, el centellear barroco de las suntuosas vestiduras bordadas.
Y así se describe en términos literarios la Semana Santa en Guatemala, única, solemne, llena de color, tradición y deleite para los sentidos.
Es la fiesta universal de los colores y sabores. Es desde 2023 parte del Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad.