Palma, 25 ene (EFE).- Investigadores del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados Imedea (CSIC-UIB) y de la UIB han revelado el papel crucial que tuvieron las temperaturas récord del Mediterráneo, de hasta 5.5 grados por encima de lo normal, en alimentar el mayor ciclón de la historia de la región, ocurrido en septiembre de 2023.
Un reciente estudio publicado en la revista “npj ClimateandAtmosphericScience” muestra cómo las temperaturas anómalamente altas de la superficie del mar contribuyeron a la intensificación de la tormenta Daniel y la convirtieron en el ciclón más mortífero registrado jamás en el Mediterráneo, ha informado la Universitat de les Illes Balears (UIB) en un comunicado.
La tormenta Daniel, formada a partir de un sistema de baja presión el 4 de septiembre de 2023, evolucionó rápidamente en el corazón del Mediterráneo hasta convertirse en un ‘medicane’, un ciclón mediterráneo con características tropicales.
Durante su trayectoria, dejó precipitaciones sin precedentes: en Grecia se acumularon más de 700 mm (litros de agua por metros cuadrado) en apenas 18 horas, mientras que en Libia se registraron 414 mm en un solo día en Al-Bayda.
Estas lluvias extremas provocaron el colapso de infraestructuras críticas, lo que desató una catástrofe humanitaria, con un saldo estimado de entre 4 mil y 10 mil fallecidos y daños económicos que superan los 20 mil millones de dólares (unos 19 mil 200 millones de euros).
El estudio identifica las temperaturas elevadas del mar, con anomalías de hasta 5,5 °C por encima de la media histórica en algunas zonas, como el factor principal que intensificó la tormenta. Estas temperaturas proporcionaron energía y humedad adicionales que potenciaron la intensidad del ciclón y las precipitaciones extremas.
Aquí tenemos al ciclón más mortífero del planeta de 2023 (y puede que de la última década). Esta vez ha tocado en el Mediterráneo.
Animación de #Daniel en Libia tras abandonar Grecia, en sus fases de tormenta (sub)tropical y disipación generando una tormenta de arena en Egipto. pic.twitter.com/XIEf3tM0rI
— Víctor M. González (@gdvictorm) September 12, 2023
Gran impacto
Para entender el impacto de las altas temperaturas del Mediterráneo en la tormenta Daniel, los científicos utilizaron un modelo climático avanzado llamado ‘Weather Research and Forecasting’ (WRF) que permitió simular dos escenarios: uno con las condiciones reales de 2023 y otro en el que se eliminó el efecto del calentamiento de la superficie del mar.
Entre los hallazgos más importantes del estudio destaca que las altas temperaturas del mar añadieron más humedad al aire y generaron lluvias que nunca se habían visto.
Además, los investigadores confirmaron que el calentamiento global fue un factor determinante en las temperaturas extremas del Mediterráneo, dado que intensificó tanto la fuerza como los daños de la tormenta. Sin estas anomalías de temperatura, la tormenta habría sido mucho menos severa.
Sin unas temperaturas del mar tan altas, la tormenta Daniel no habría generado las lluvias tan extraordinariamente intensas, apunta Daniel Argüeso Barriga, uno de los autores del estudio.
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