Redacción Ciencia, 8 dic (EFE).- El ADN ambiental más antiguo que se ha recuperado hasta la fecha ha posibilitado la reconstrucción de un ecosistema del norte de Groenlandia. En este proceso se incluyeron las especies animales y vegetales que estuvieron presentes hace unos 2 millones de años.
Los detalles y análisis publicados en la revista Nature permiten explorar y comprender un ecosistema antiguo hasta límites insospechados, que soportó además cambios climáticos extremos. También ofrecen una visión de un sistema que carece de equivalente moderno.
El artículo, liderado por investigadores de la Universidad de Cambridge, describe un ecosistema con un bosque boreal de vegetación mixta, álamos y abedules; así como con variedad de arbustos y hierbas árticas, y con la presencia de liebres, de renos, roedores o gansos.
Y todo este dibujo gracias al ADN ambiental más antiguo del mundo, que bate el récord de un millón de años. Este consistió en material genético liberado por organismos en los ecosistemas. Además, según los científicos, abre un nuevo capítulo en la historia de la evolución que cambiará las reglas del juego.
Detalles del hallazgo
En concreto, se encontraron fragmentos microscópicos de ADN ambiental en sedimentos de la Edad de Hielo en el norte de Groenlandia. En total, se localizaron 41 muestras utilizables ocultas en arcilla y cuarzo.
Gracias a una tecnología de vanguardia, los investigadores descubrieron que los fragmentos son un millón de años más antiguos que el anterior registro de ADN extraído de un hueso de mamut siberiano.
Los investigadores esperan que los resultados ayuden a predecir el impacto medioambiental a largo plazo del calentamiento global actual.
Oldest-ever DNA shows mastodons roamed Greenland 2 million years ago https://t.co/1722cIWD5A
— nature (@Nature) December 7, 2022
Sobre las muestras
Kurt H. Kjær, autor, explica que las antiguas muestras de ADN se encontraron enterradas a gran profundidad en sedimentos que se habían ido acumulando a lo largo de 20 mil años.
El sedimento acabó conservándose en el hielo o el permafrost y no fue alterado por el ser humano en 2 millones de años.
Las muestras, de unas pocas millonésimas de milímetro, se tomaron de la formación Kap København, un depósito de sedimentos de casi 100 metros de espesor situado en la boca de un fiordo del océano Ártico, en el punto más septentrional de Groenlandia.
Hace 2 millones de años
El clima de Groenlandia en aquella época oscilaba entre el ártico y el templado y era de entre 10 y 17 grados Celsius más cálido que el de Groenlandia en la actualidad.
Los científicos descubrieron restos de animales, plantas y microorganismos, como renos, liebres, roedores y abedules y álamos, y constataron incluso que el mastodonte, un mamífero de la Edad de Hielo, llegó hasta Groenlandia antes de extinguirse.
Anteriormente se pensaba que el área de distribución de estos animales parecidos a los elefantes no llegaba hasta Groenlandia desde sus orígenes conocidos en Norteamérica y Centroamérica.
Para llegar a sus conclusiones, los investigadores realizaron un minucioso proceso de búsqueda de fragmentos de ADN y compararon cada uno de ellos con extensas bibliotecas de ADN recogido de animales, plantas y microorganismos actuales. Fue entonces cuando comenzaron a formarse una imagen del ADN de árboles, arbustos, aves, animales y microorganismos.
Mikkel W. Pedersen, también autor, de la Universidad de Copenhague, afirma que este ecosistema no tiene equivalente en la actualidad, existió a temperaturas considerablemente más altas que las actuales, y a primera vista su clima parece haber sido similar al que esperamos en nuestro planeta en el futuro debido al calentamiento global.
Uno de los factores clave aquí es hasta qué punto las especies serán capaces de adaptarse a estos cambios. Los datos sugieren que más especies de las que se pensaban pueden evolucionar y adaptarse a temperaturas muy variables.
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