Ciudad de Guatemala, 29 abr (AGN).– Una fría noche en Londres marcó el inicio de las semifinales de la Champions League entre Arsenal y PSG. Para muchos jóvenes aficionados, fue la primera vez que vieron a su equipo llegar tan lejos en el torneo, no es para menos, los Gunners no pisaban una semifinal de Copa de Europa desde la temporada 2008-2009.
Frente a ellos, un PSG que, lejos de la era de los nombres rutilantes, se ha transformado en un equipo sólido y colectivo. Bajo el mando de Luis Enrique, los parisinos han alcanzado por segundo año consecutivo esta instancia, algo impensado para un club que históricamente ha quedado a deber en Europa.
Sin embargo, la ilusión local se desvaneció temprano. Apenas al minuto 3, Ousmane Dembélé silenció el Emirates con un gol que congeló aún más la noche londinense y apagó por momentos la esperanza de los miles de aficionados ingleses presentes.
Pero esto está lejos de terminar. Con todo por ganar y nada que perder, los hombres de Mikel Arteta saben que aún quedan 90 minutos donde todo puede cambiar. La historia no se escribe en los primeros actos, y el Arsenal aún tiene tinta para firmar su capítulo más glorioso.
Lea también:
Ja