Ciudad de Guatemala, 8 jun (AGN).- El tiempo pascual o tiempo de espera es el más fuerte de todo el año, empieza en la Vigilia Pascual el Sábado de Gloria. Termina en Pentecostés, es decir cincuenta días después, con la venida del Espíritu Santo.
Dicha pascual se celebra durante siete semanas hasta Pentecostés (de ahí el nombre, porque penta significa cincuenta).
Es la Pascua o el paso de Cristo, que pasa de la muerte a la vida, a su existencia definitiva y gloriosa. Es la pascua también de la Iglesia, cuerpo místico de Cristo confirmado el Día de Pentecostés.
Estos cincuenta días se celebran con alegría y júbilo, como si se tratara de un solo y único día festivo, como un gran domingo, una fiesta universal. Así, la promesa del Paráclito (Espíritu Santo de consuelo y fortaleza) se cumple el domingo siguiente a la ascención del Señor.
Origen
Los judíos tenían ya la fiesta de las semanas, de carácter agrícola y luego fue conmemorativa de la Alianza en el Sinaí, esto a cincuenta días de la Pascua.
Los cristianos organizaron siete semanas para prolongar el gozo de la Resurrección y al final de los 50 días tenían la fiesta de Pentecostés o fiesta de la venida del Espíritu Santo.
💡La #esperanza es la última luz que se apaga, incluso en los momentos más complicados.
En el trabajo, en la familia, en las relaciones personales, los #laicos dan testimonio de la alegría del evangelio. #Pentecostés #AcciónCatólica #ApostoladoSeglar pic.twitter.com/l7GmZOwE0A
— Of. Información CEE (@prensaCEE) June 4, 2025
Promesa
Cristo dijo a sus apóstoles que Él se marchaba, y lo confirmó en la víspera de su muerte. Posteriormente, les aseguró que enviaría un espíritu que reunía el poder del Padre y del Hijo, que los acompañaría siempre. Esta promesa se hizo realidad con la venida del Espíritu Santo, el Día de Pentecostés.
Históricamente es un hecho registrado en Los Hechos de los Apóstoles. Ese día, estaban reunidos los apóstoles junto a la madre del Redentor y de pronto se sintió como un gran trueno. Entonces aparecieron como lenguas de fuego encima de las cabezas de todos y quedaron llenos del Espíritu Santo.
Más allá de un hecho religioso representa el don de la Iglesia de llevar su palabra a todos los rincones de la Tierra. Y se concede el don de lenguas, porque ese día había muchos visitantes en Jerusalén y entendían en su propio idioma lo que los apóstoles decían.
Así, Hechos dice:
Había judíos que moraban en Jerusalén, hombres piadosos, procedentes de todas las naciones bajo el cielo. Al ocurrir este estruendo, la multitud se juntó; y estaban desconcertados porque cada uno los oía hablar en su propia lengua.
Este acontecimiento sigue siendo hasta ahora un misterio pero comprueba la promesa de Cristo de llevar la palabra a todas las naciones sin importar su lengua o costumbres.
🗓️ El 8 de junio a las 20:00h., en los jardines del Centro de Espiritualidad del Corazón de Jesús, el Secretariado de Ecumenismo de la Archidiócesis de #Valladolid celebra una oración por Pentecostés: ¡Siéntete invitado a participar! pic.twitter.com/30XwaG7sXA
— Archidiócesis de Valladolid (@archiValladolid) June 4, 2025
Los dones del Espíritu Santo
Se asocian siete dones al Paráclito o Espíritu Divino:
- Sabiduría
- Entendimiento
- Consejo
- Fortaleza
- Ciencia
- Piedad
- Temor de Dios
En la Biblia, el número 7 es símbolo de perfección, plenitud, totalidad y descanso. Se asocia con la obra de Dios, la relación entre Dios y la humanidad, y el plan divino para la creación y redención.