Berlín, 17 ene (EFE).- Un tribunal alemán decretó este lunes la paralización temporal de las obras del túnel de Fehmarnbelt, que unirá Alemania con Dinamarca y será el conducto submarino vial y ferroviario más largo del mundo.
En respuesta a un recurso de organizaciones ecologistas, el Tribunal Administrativo Federal decidió que las excavaciones en territorio alemán, que comenzaron en noviembre del año pasado, deben detenerse hasta que los mismos magistrados decidan otro caso que concierne al impacto ambiental del túnel.
Está previsto que la construcción del túnel, que unirá la isla alemana de Fehmarn con la danesa de Lolland, finalice en 2029 y haga posible recorrer en tren la distancia entre Hamburgo y Copenhague en tan solo dos horas y media.
El ministro de Economía del Land de Schleswig-Holstein (norte), en el que se están desarrollando las obras, comentó con respecto a la sentencia que, incluso si retrasa el proyecto, no es de esperar que éste sufra modificaciones significativas, de acuerdo con la emisora regional NDR.
Construction works have started on what will become the world's longest immersed road and rail tunnel. The 18 km long Fehmarn Belt tunnel will significantly cut travel time between Germany and Scandinavia once finished in 2029. Poland and the Czech Republic also stand to benefit. pic.twitter.com/18QGPN3xYx
— Three Seas Initiative (@ThreeSeas24) October 24, 2020
Retrasos
Aunque la construcción debía comenzar inicialmente en 2015, las denuncias de organizaciones ecologistas y de plataformas de residentes locales retrasaron durante años su inicio en territorio alemán.
Los detractores del túnel, que tendrá 18 kilómetros de largo, afirman que pondrá en peligro el equilibrio del ecosistema del Mar Báltico y tendrá un impacto catastrófico para la fauna y la flora locales.
El caso pendiente, sobre el que el Tribunal Administrativo Federal debe decidir en los próximos meses, se refiere a un recurso judicial de la organización Unión para la Acción contra un Cruce Fijo en Fehmarnbelt (Aktionsbündnis).
En septiembre del año pasado, el Ministerio de Transporte de Schleswig-Holstein autorizó a la constructora, Femern A/S, a destruir arrecifes protegidos en la ruta del túnel siempre y cuando se comprometiesen a compensar el impacto ambiental creando otros nuevos.
No obstante, de acuerdo con Aktionsbündnis, no se está realizando una búsqueda sistemática para localizar todos los arrecifes que se pueden ver afectados por las obras, una medida cuya necesidad está pendiente de dirimir por parte del Tribunal Administrativo.
Los costes de la construcción del túnel, estimados en 7.100 millones de euros, corren a cargo de Dinamarca, mientras que está previsto que Alemania costee la infraestructura ferroviaria y vial, por valor de 3.500 millones de euros.
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fm/ir