Ginebra, 12 ene (EFE).- La Organización Mundial de la Salud (OMS) insistió hoy en que no se debe subestimar la capacidad de ómicron de causar daño y aseguró que no será la última variante del coronavirus que se detectará, sin que se pueda predecir si la próxima causará un tipo de enfermedad más o menos grave.
Ómicron puede ser menos grave en la infección que causa a un individuo, pero esto no significa que provoque una enfermedad leve. En estos momentos hay mucha gente en todo el mundo que está en unidades de cuidados intensivos y con ventilación mecánica, por lo que obviamente no diría que se trata de una enfermedad que se puede tomar a la ligera, dijo en una rueda de prensa el director de Emergencias Sanitarias de la OMS, Mike Ryan.
Los expertos de la institución sanitaria pidieron a gobiernos y ciudadanos que sigan utilizando todas las herramientas de las que se dispone para detener en lo posible el avance de ómicron, que ya se ha convertido en la variante dominante al representar el 60 % de casos a nivel mundial.
Con quince millones de nuevos casos, la pasada semana se convirtió en aquella con el mayor número de infecciones desde que empezó la pandemia y ello considerando que se trata de un subregistro, recalcó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Ante esta ola de casos estamos escuchando dos respuestas. Un grupo dice que hay que tirar la toalla y dejar que todo el mundo se inmunice, mientras el otro grupo pide que se usen mascarillas y que se siga vacunando. Si elegimos mal, y la primera es la mala elección, la gente va a pagar las consecuencias, empezando por los trabajadores sanitarios y las personas mayores, dijo el asesor de Tedros, Bruce Aylward, en la misma comparecencia.
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— World Health Organization (WHO) (@WHO) January 12, 2022
Acceso a vacunas
La OMS aseguró que no hay una fatalidad que esté escrita y que las políticas públicas y los comportamientos individuales tienen el poder de cambiar el rumbo de esta pandemia, para bien o para mal.
Aylward y otros expertos que participan en la lucha contra la pandemia en la OMS recordaron que, aunque ómicron cause COVID-19 menos grave que variantes anteriores, la curva de casos es tan vertical que muchos sistemas sanitarios nacionales están saturados y personas que padecen otras enfermedades están sufriendo porque no reciben la atención que requieren.
Es asombroso, en treinta años trabajando con enfermedades infecciosas, nunca hemos visto una curva pandémica como ésta, recalcó Aylward.
Otra cosa que tenemos que recordar es que ómicron no será la última variante. No sabemos hacia dónde va este virus y, como hemos dicho, cuanto más se replica como lo está haciendo es más probable que nos enfrentemos a otras variantes más peligrosas, agregó.
Sobre la advertencia del responsable de la OMS para Europa, Hans Kluge, de que al ritmo actual más del 50 % de la población europea habrá contraído la variante ómicron en las próximas 6 a 8 semanas, la jefa técnica de la lucha contra la pandemia en la OMS, María Van Kerkhove, aseguró que “nada es inevitable” y que la evolución de la pandemia dependerá de las decisiones que se tomen en cuanto a mantener las medidas de prevención y contención del virus.
Solo se trata de modelos y escenarios con los que se trabaja, aclaró.
La OMS también recordó que no se podrá terminar con la fase aguda de la pandemia si se mantiene la desigualdad en el acceso a las vacunas. El 85 % de las personas en África todavía no han recibido una sola dosis y todavía se ve incierto el objetivo de que para mediados de este años el 70 % de la población de cada país esté completamente vacunada.
Noventa países no han alcanzado siquiera el objetivo de 40 % de su población vacunada y 36 de ellos han vacunado a menos del 10 %.
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fm/ir